Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de mayo de 2025
Volvió al fin Jacinta, trayendo de la mano al delincuente ya lavado y vestido de limpio, y a poco entró Benigna, completamente aplacada, y encarándose con su cuñado, le dijo con la mayor severidad: «¿Tienes ahí un duro? No tengo suelto». Juan se apresuró a sacar el duro, y en el mismo momento en que lo ponía en la mano de Benigna, Jacinta y los chicos soltaron una carcajada.
Cuando sonó la campana y el tren iba a ponerse en marcha subió al coche un señor de rostro apoplético y aspecto rural. Caballero, ése es mi sitio dijo encarándose un poco rudamente con Tristán. Este, cuya susceptibilidad siempre viva se hallaba ahora exacerbada, respondió con calma afectada e impertinente: En este momento es el mío.
Entonces no experimentó Cristeta lo que las pastorcillas solicitadas por príncipes, sino que sintió agitársele su viva sangre madrileña, y encarándose con don Juan, repuso ásperamente: Sí, que renuncie al teatro, donde al fin y al cabo puedo ser buena, aunque no lo parezca, para dejar de serlo a beneficio de usted. Luego se cansa usted de mí, y me deja. Lo de siempre, usted a otra... y yo...
Me siento bien.... Solamente la debilidad me atormenta.... Y como he perdido enteramente el apetito, no puedo vencerla.... Vamos a ver, Iradier dijo encarándose de nuevo con el médico que estaba de pie frente a ella , de manera que usted se encargará de vigilar a las criadas y enfermeras para que nunca dejen de guardar las debidas consideraciones a las viejecitas ¿no es cierto?
Pues no lo sé, ni lo he sabido nunca. ¡Nadie! ¡nadie! exclamó el clérigo terciando el manteo y comenzando a dar vueltas por la habitación como un loco. ¡Nadie sabe dónde se esconde ese pillo!... Porque es un pillo, ¿sabe usted? añadió encarándose con Timoteo ferozmente como si no esperase más que éste le contradijese para arrojarse sobre él. ¡Un granuja! ¡un miserable! ¡un estafador! ¡En cuanto le tropiece le piso la cara!
Don Mateo, pesaroso de no haber acertado aquella vez a animar la conversación, la estableció de nuevo, encarándose con Sanjurjo. Hombre, parece mentira que usted con su defecto en la pierna, pueda dedicarse a la caza. ¿Quién? ¿éste? Ahí donde usted le ve, corre como un galgo exclamó don Víctor con cariñoso entusiasmo. En cuanto se pone sobre la pista de la liebre, deja de ser cojo.
Sólo para esta broma había comprado y traído el estereoscopio. Hojeda apartó instantáneamente los ojos horrorizado, y encarándose con el coronel, le preguntó con retintín: ¿Y le gusta a V. esto, coronel?... ¡No están malas columnas! El coronel le miró sorprendido. A ver, a ver... dijeron todos. Romillo volvió a colocar la vista primitiva, que fue muy celebrada.
Pues qué dijo encarándose de nuevo con el padre vicario , ¿no hay más que burlarse de mí, destrozarme el corazón, humillármele, pisoteármele después de habérmelo robado por engaño? ¡Se acordará de mí! ¡Me la pagará! Si es tan santo, si es tan virtuoso, ¿por qué me miro prometiéndomelo todo con su mirada?
Que le dejasen a él los otros picadores entendérselas con los de las caballerizas. Nadie conocía mejor la manera de hacer marchar a estas gentes. Avanzaba un criado hacia él tirando de un jaco cabizbajo, con el pelo largo y el costillar en doloroso relieve. ¿Qué traes ahí? decía Potaje encarándose con el contratista . Eso no e de resibo. Eso e una alimaña que no hay quien la monte. ¡Pa tu mare!...
¿A que te sangran a ti todavía las cicatrices? le dijo Sagrario, encarándose valientemente con ella. ¡Si no me río por eso, extremosa! Pues ¿por qué te ríes, prudente? Porque, en tu afán de abrir los ojos a ésta, vas a concluir por hacerle aborrecible aquello mismo que tratamos de hacerle amable... y que tanto nos gusta a nosotras. ¡Bah!..., ese no es caso de risa. ¿Lo dudas? Es que no lo creo.
Palabra del Dia
Otros Mirando