United States or Ghana ? Vote for the TOP Country of the Week !


A veces era tanto su temor, que dejaba caer la palmatoria y volvía corriendo arrojando gritos. Amalia se enfurecía entonces, la pellizcaba, la golpeaba, pretendiendo que fuese otra vez al sitio designado. La criatura se dejaba martirizar y se hubiera dejado matar antes de hacerlo. En una de estas ocasiones le dijo sonriendo ferozmente: ¡Ah! ¿Conque la señorita es tan medrosa?

Mi presencia en el patio produjo gran sensación; sentí fuertes pasos en las galerías altas, y aún no había tenido tiempo de decir una palabra, cuando me abrazaron estrechamente. No tardé en reconocer el rostro de Doña Flora, más pintorreado aquel día que un retablo, y ferozmente desfigurado con la alegría que mi presencia causó en el espíritu de la excelente vieja.

Pues no lo , ni lo he sabido nunca. ¡Nadie! ¡nadie! exclamó el clérigo terciando el manteo y comenzando a dar vueltas por la habitación como un loco. ¡Nadie sabe dónde se esconde ese pillo!... Porque es un pillo, ¿sabe usted? añadió encarándose con Timoteo ferozmente como si no esperase más que éste le contradijese para arrojarse sobre él. ¡Un granuja! ¡un miserable! ¡un estafador! ¡En cuanto le tropiece le piso la cara!

Eran pocos para apoderarse de la enorme ciudad, pero secuestraron á sus habitantes ricos, quemaron sus arsenales, pasaron á cuchillo guarniciones enteras, vengándose ferozmente de la crueldad de sus enemigos. Al fin, el hambre les obligaba á alejarse. En dos años habían devorado todos los recursos del país.

Pero el peso del noble le doblegó y rodaron los dos por el suelo. ¡Alza, tío Diego! ¡Alza, tío Francisco! Ambos se revolcaban soltando bárbaras carcajadas. El barón logró al fin ponerse en pie. El capellán le imitó al cabo de un rato. Pero su alma, iluminada un momento por los recuerdos de la juventud, cayó otra vez repentinamente en la sangre y el exterminio. Se dirigió ferozmente a su amigo.

Así lo hubiese ejecutado el valentón si no da la casualidad que, ya en el estrado, tropezase y cayese, en cuyo punto se arrojaron sobre él alguaciles, mozos y público y le hirieron ferozmente. Media hora después estaba la horca levantada en la Plaza de San Francisco y á ella fué arrastrado Juan, á quien habían cargado de cadenas.

Ella seguía con su padre, siendo la señorita que vive entre hombres, de hotel en hotel, algo masculina en sus ademanes; la virgen á medias, que lo sabe todo, no se asusta de nada, guarda ferozmente la integridad de su sexo, calculando lo que puede valer, y adora la riqueza como la divinidad más poderosa de la tierra.

Le obligaremos dijo ferozmente un senador . Si no trabaja no comerá. Además, nuestras máquinas voladoras y nuestros buques le harán obedecer. Esta contestación enérgica fué acogida con grandes aplausos, y después de ella cesó toda resistencia. Gillespie se libró de la muerte, pero fué condenado á trabajo perpetuo.

En suma, el mensajero inglés me amonestó para que abandonase mi empeño absurdo, del cual sólo podría originarse la perturbación de la paz doméstica en el seno de una honrada y nobilísima familia. No he de negarte aquí que el discurso de aquel mensajero inglés me revolvió ferozmente la bilis: estuvo a punto de restaurar en las bizarrías de mis verdes años y mis arrestos de chula.

Barragán se sentó y a su lado Tristán. Aquél volvió a pasear una mirada salvaje por la estancia y sonriendo ferozmente preguntó con la mayor finura: ¿Cómo está usted, Tristanito? Bien, ¿eh? ¿Y Clarita? ¿y el niño? Me alegro, me alegro muchísimo. Una vez enterado de la salud de todos pensó Tristán que el paisano pasaría a explicarle el asunto serio que allí le traía. Pero no fue así.