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Actualizado: 7 de junio de 2025
La Orden dio por el rescate de su heroico guerrero centenares de esclavos, naves y cargamentos, como si fuese un príncipe. Años después fue don Príamo el que, entrando en una galera de Malta, encontró encadenado en un banco de remero al intrépido Dragut. Se repitió la escena sin sorpresa para ambos, como si el encuentro fuese natural. Se estrecharon las manos. ¡Cosas de la guerra! dijo uno.
He aquí que desciendes a justificarte, y que vas por todos los pueblos europeos y americanos mendigando una pluma venal y fratricida, para que por medio de la Prensa defienda al que la ha encadenado! ¿Por qué no permites en tu patria la discusión que mantienes en todos los otros pueblos? ¿Para qué, pues, tantos millares de víctimas sacrificadas por el puñal; para qué tantas batallas, si al cabo habías de concluir por la pacífica discusión de la Prensa?
Los que tomaron por lo serio a Esquilo, en su Prometeo encadenado, supusieron que Júpiter se vengó de sus blasfemias ordenando a su águila que desde lo sumo del aire dejase caer una enorme tortuga que llevaba entre las garras, sobre la venerable calva del glorioso dramaturgo, y le saltase los sesos.
¡Cuántas veces en mis noches de horror, encadenado á mis compañeros de miseria, he recordado aquellas repugnantes escenas, en las que tenía el valor de oponer á las lágrimas de mi madre un cinismo burlón y feroz! ¡Cuánto he deplorado aquella ceguera que me entregaba á los consejos pérfidos de mis aduladores y de mis parásitos y me impedía ver la actitud suplicante de dos ángeles que querían salvarme!... Pero yo estaba destinado á la desgracia y, debo confesarlo, muy justamente.
En la escena inmediata lo vemos de nuevo, encadenado y vestido de pieles. Laméntase, al despertar, de que han sido sueño todas las grandezas que ha visto. El Pecado está junto á él atormentándolo; pero con el auxilio de la Razón, que ha vuelto, y de la Voluntad, resuelve alcanzar de nuevo la dicha perdida, haciendo huir á la Sombra, que, juntamente con el Príncipe de las tinieblas, trama nuevas asechanzas. Después la Sabiduría se hospeda como peregrino en la habitación del Hombre.
Porque él ha encadenado la Prensa, no permitiendo que haya otros diarios que los que tiene destinados para vomitar sangre, amenazas y mueras, el nuevo Gobierno extenderá por toda la República el beneficio de la Prensa, y veremos pulular libros de instrucción y publicaciones que se consagren a la industria, a la literatura, a las artes y a todos los trabajos de la inteligencia.
Caminaba bajo los árboles, hablando sólo y haciendo involuntariamente ademanes propios de un hombre largo tiempo encadenado que rompe las cadenas: ¡Cómo! pensaba. ¿Y no ha de saber siquiera que la he amado? ¿ha de ignorar que por causa de ella he gastado mi vida, sacrificado todo, hasta la dicha inocente, de hacerle ver lo que he realizado para su reposo? ¿Creerá que he pasado junto a ella sin verla, que nuestras existencias han corrido paralelas sin confundirse ni tocarse siquiera, ni más ni menos que dos indiferentes arroyos? ¿Y el día que le diga «sabe usted, Magdalena, que la he amado mucho»? Me replicará: ¿Es posible?... Y ya no estará en la edad en que hubiera podido creerme.
El Dante puede mostrar a Virgilio este león encadenado, convertido en mármol de Paros y en estatua griega, porque del otro lado de la tumba todo lo que sobrevive debe ser bello y arreglado a los tipos divinos, cuyas formas revestirá al hombre que viene.» Y si estas palabras que subrayo, porque ellas son acaso las más profundas que Sarmiento haya escrito, pudieran parecer obscuras en su misma profundidad, ved cómo concreta después su juicio definitivo sobre el protagonista de esta obra: «He aquí me decía un joven Arce, pariente de Quiroga cómo yo llevo la toga y la clámide del griego y no la túnica ni la dalmática del bárbaro.
No es necesario que don Diego sepa que yo soy libre mientras él aún continúa encadenado. Evitemos a nuestros amigos disgustos demasiado crueles. Sobre todo, no le diga usted que el luto me embellece. »Cuide bien a la persona a la cual se ha dedicado usted. Pase lo que pase, tendrá el mérito de haberla hecho vivir más de lo que era humanamente posible.
Pequeñas corrientes de agua, formadas por ese destilamiento de gotas, corren bajo sus pies, y formando regueros y más regueros se dirigen hacia la balsa de recepción, donde la bomba á vapor, parecida á un coloso encadenado, sumerge alternativamente sus dos brazos de hierro, lanzando prolongados gemidos á cada esfuerzo.
Palabra del Dia
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