Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 11 de mayo de 2025
La hermosísima María le dijo me encomienda os dé estas limosnas, que hoy domingo son más abundantes y de mejor gusto que otro día: mucho se encomienda a vuestra memoria, y aún más a las oraciones que digáis a la Santísima Virgen.
No dijo Fernando con repentino acceso de ira; tú, con tu imprudente conducta, me has comprometido. Ya ves, todo el mundo sabe que eres agente mío. ¿No viste cómo con buenas palabras me lo dijo Feliú? ¡Oh, le hubiera arrancado la lengua! ¡Tú me has vendido! Señor replicó Coletilla con voz en que había algo de llanto, señor, traspasadme el corazón, pero no digáis que os he vendido.
Es que no sé, no me atrevo dijo la sirvienta con desconfianza . El señor está acostado todavía. ¿No podríais esperar una media horita? No, os ruego que vayáis en seguida y digáis al señor Federico que el aya del castillo de Orsdael ha venido a hablarle de cosas importantes. ¡El aya de la señorita de Bruinsteen! exclamó la sirvienta con sorpresa . ¡Oh, ya comprendo! Sí, sí, voy a llamarlo.
¡El confesor del rey! ¡La reina apela al hierro! ¡Oh! ¡oh! la lucha es encarnizada... y bien, será preciso obrar de una manera decidida... No digáis es necesario obrar... decidme obrad, y obro. Estas cartas son ya insuficientes... vuecencia no puede pedirme que me pierda al perder á la reina... la reina lo arrostra todo... imitémosla.
Sólo falta que vos me digáis si queréis casaros conmigo. Vuestra duda es impía, doña Clara: ignoro por qué habéis cambiado vuestros desdenes de anoche. Los ha cambiado este rizo. Pero ese rizo... Es mío. ¿Y no me diréis más? Luego; después de las bendiciones, á solas con vos.
Todo puede ser... por ejemplo: si os prendiesen y os sacasen de Madrid y no pudiéseis escribirme... ó bien, si á mí me prendiese... la Inquisición, por ejemplo, y me empozase y no volviéseis á saber de mí; ni siquiera que estaba presa. ¡Ah, no digáis eso! Es una suposición. Pues bien, ¿sabéis lo que sucedería, caballero?
CLEOPATRA. ¡Vuestra opinión me tiene completamente sin cuidado! Y no hablemos más del asunto. Os ruego, señor, que nos digáis, leal y francamente, qué queréis de nosotras. Los demás romanos se ríen también. CLEOPATRA. ¡Vaya una respuesta! ¡Es innoble! Os pregunto: ¿Qué queréis de nosotras? ¿Qué esperáis obtener? Creo que no ignoráis que todas somos casadas.
El aya, devorada por una fiebre interior, se puso de pie, y dirigiéndose a la puerta: Podéis estar tranquilo, Mathys. Mañana temprano estaré levantada para ir a hablar a la señora, y si durante la noche hubiera inventado nuevas celadas contra vos, vendré en seguida a revelároslas. En todo caso, no le digáis nada antes de que nos volvamos a ver. ¡Buenas noches!
REY. Escuchad vos, labrador: Aunque todo el mundo os pida Que digáis quién soy, decid Que un hidalgo castellano, Puesta en la boca la mano Desta manera: advertid, Porque no habéis de quitar De los labios los dos dedos. PELAYO. Señor, los tendré tan quedos, Que no osaré bostezar. Pero su merced, mirando Con piedad mi suficiencia, Me ha de dar una licencia De comer de cuando en cuando.
Le buscamos por todas partes y no le encontramos. Os suplico, condesa, que nos digáis dónde se halla: ¡vos debéis saberlo! LOS BARONES. ¡Es terrible! ¡Insultan a la condesa! ELSA. ¡Pero yo no le he visto! VALDEMAR. Eso no es verdad; nos ha dejado para correr junto a vos. ¡Le habéis visto! Llamad al conde: ¡insultan a su hija! ¡Nos han hecho esperar todo el día!
Palabra del Dia
Otros Mirando