Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 6 de junio de 2025
Balbuceaba excusas, pero ella se engañó al notar su insistencia, creyendo que pretendía cerrarle el paso. ¡Capitán, déjeme salir! dijo con voz colérica . Usted no me conoce. Eso es para otras... ¡Atrás, si no quiere que le tenga por un grosero!...
Oiga usted; le abandono el libre dominio de todos los bienes que usted posee. Viva, sea dichosa y rica; haga la felicidad de su familia, cuide de sus padres en sus últimos días, pero déjeme a don Diego. Nada es para usted todavía, según usted mismo me ha confesado. No ha sido su esposo, ha sido su médico, su enfermero, el ayudante del doctor Le Bris. Es todo para mí, señora, puesto que le amo.
¡Mi víctima! exclamó el joven visiblemente confuso . ¡Oh no, don Luis! ¡Yo no hago víctimas de tal categoría! Déjeme sorprenderme, amigo mío, al saber que conservo aún alguna categoría. Yo pensaba que después de sus artículos ya no quedaban del poeta Rojas ni los huesos, que estaba no sólo enterrado, sino putrefacto.
Déjeme... ¡por Dios! ¿Pero qué le importa a usted?... vaya... Yo me meto en la alcoba y me estoy allí como en misa. Hija, ni en los teatros resulta eso con sentido común... Para salir diciendo luego con voz hueca: «¡lo he oído todo!». Yo no chistaré. No haré más que oír... Vamos, remilgada, déjeme usted. Ya me figuraba yo que habías de salir con alguna tontería. Eres una voluntariosa.
También se han sublevado los hombres en la capital, intentando apoderarse de nuestro Museo Histórico. Pero el gobierno ha previsto el caso, y los sublevados, en vez de llevarse las llamadas armas de fuego, son recibidos en este momento por nuestras tropas, que emplean contra ellos las mismas armas.... ¡Otra vez disparos! ¡Gentleman, déjeme en el suelo inmediatamente!
Si es que vuestra grandeza quiere llevar adelante el hacerme merced sin yo merecerla, déjeme que yo me las haya conmigo, y que yo me sirva de mis puertas adentro, que yo ponga una muralla en medio de mis deseos y de mi honestidad; y no quiero perder esta costumbre por la liberalidad que vuestra alteza quiere mostrar conmigo.
Yo dejaría entonces á otro el orgullo de quererte y hacerte feliz; pero esto no es posible. Tu situación es tan desesperada, que quiero salvarte á pasar tuyo, arrostrando hasta tu ingratitud, que es lo que más temo. Si me ves aquí, es porque nadie existe en esta casa que pueda ampararte. Bien: yo lo agradezco, señor caballero; pero déjeme usted. ¡Ay! Si Lázaro sabe que ha estado usted aquí....
Al cabo la halló agazapada al lado de un avellano. Al verse descubierta, hizo una graciosa mueca de enfado. ¡Déjeme usted, D. Andrés... déjeme usted! Y corrió de nuevo a ocultarse en otro sitio. Andrés la siguió. Eso no vale... ya estás descubierta. Tornó a hallarla en la misma posición que antes, metida dentro del canastillo de ramas de otro avellano.
El plan de Manos Duras le parecía excelente, pero no encontraba aceptable que se quedase en el país un día ó dos luego de dar el golpe. Era mejor emprender todos juntos é inmediatamente la retirada hacia la Cordillera. Déjeme, compadre; yo me entiendo contesto el gaucho . Necesito antes de irme cobrar algo que me han prometido. Tal vez sea esta misma noche, y mañana me junto con ustedes.
Salga de aquí, ó haré que le echen. ¿Quiere V. delatarme? ¿Quiere V. declararme culpada? Hágalo. No temo ya desventura ni humillación, por grande que sea. Sépalo V. de una vez para siempre: me alegro de que Clara entre en un convento. No seré tan vil, que por miedo de V. falte á mi deber inculcándole lo contrario. Ahora, márchese; salga de mi casa; déjeme tranquila.
Palabra del Dia
Otros Mirando