United States or Venezuela ? Vote for the TOP Country of the Week !


Leibnitz resuelve la materia en una infinidad de mónadas, que no son los átomos de Epicuro, pero que conducen tambien á la invariabilidad substancial de los cuerpos, los cuales segun él, no son mas que el conjunto de substancias indivisibles llamadas mónadas.

A la primera corresponden las llamadas después comedias divinas, y á la segunda los autos, en la significación estricta, que tuvo más tarde esta palabra .

En aquella visita, lo mismo que en la anterior, yo, terco y emperrado en mi tema, le eché cincuenta veces al campo de la conversación disfrazado de mil modos, con el piadoso fin de observar qué cara le ponía Lita... y nada: ni un gesto, ni un punto arrebolado en las mejillas, ni la más insignificante señal en la nieta de don Pedro Nolasco de que había oído su corazón las llamadas que yo le hacía con el nombre de Neluco y los elogios de sus méritos: hablaba de él con el descuido y la serenidad con que podía hablar de su madre o de su abuelo.

El viento nos traía aquellas llamadas en que se alternaban nuestros tres nombres. Las notas perladas de aquella voz, lanzada a gran espacio desde la orilla del mar se debilitaban a medida que volaban sobre aquel terreno sin eco; llegaban a nosotros como un soplo levemente sonoro y cuando distinguía mi nombre no es decible la sensación de dulzura y de tristeza infinitas que experimentaba.

Los ornamentos, vasos sagrados, alhajas de plata y oro de que son servidas, son tantas, y en algunas tan preciosas, que pueden competir con las mejores catedrales de América. Las casas principales, llamadas comúnmente colegios, son muy capaces y cómodas, regularmente situadas en parajes de deliciosa vista.

Los ruidosos dependientes charlaban a más y mejor a pesar de las llamadas al orden del principal, un poco distraído él también de su importante tarea. Desde aquella mañana el notario tenía la cara de los grandes días y no hacía más que abrir la puerta de su despacho para dar órdenes.

¡Y con qué docilidad tan hechicera acudía la inocente a mis llamadas! Tampoco este procedimiento se pasaba de noble; pero me era muy conveniente y con ello apaciguaba ciertos síntomas de rebelión que me intranquilizaban la conciencia.

En el interior, los muchachos, agrupados en un rincón, estaban llorando con llamadas monótonas y, en cierto modo, mecánicas: «Mamá... mamá...» entrecortadas por sollozos en los que la conmoción nerviosa, el asombro y el terror tenían tanta parte como el desconsuelo.

Es incuestionable que existieron las guerras llamadas púnicas, que en ellas Cartago y Roma se disputaron el imperio del Mediterráneo, de las costas de Africa, España é Italia, y que al fin salió triunfante la patria de los Escipiones, venciendo á Aníbal y destruyendo la capital enemiga: pero las circunstancias de aquellas guerras ¿fueron tales como nosotros las conocemos?

Aquellas tierras espléndidas, que hacen brotar a raudales de su seno cuanto la fantasía humana ha soñado en los cuadros ideales de los trópicos, podrían ser llamadas, en antítesis a la frase de Alfieri, el suelo donde el hombre nace más débil y escaso.