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Actualizado: 3 de mayo de 2025


Es el placer de conversar con un hombre amable que gusta de una y que discretamente lo dice. ¿Realmente? Entonces ¿cualquiera puede disfrutar de sus encantos, de su sonrisa? ¿Y es con su consentimiento como goza de todas estas cosas que ustedes prodigan? ¿Del mismo modo le dan el derecho de manifestar lo que siente?

»Y vea usted lo que son las cosas: cifrando en este método de vida todos mis goces, esos buenos señores de Peleches creen prestarme un gran servicio aliviándome de vez en cuando de lo que ellos juzgan pesada carga para . ¡Pesada carga conversar con Nieves, recoger sus impresiones de artista y de mujer observadora, y sus confidencias siempre originales y espontáneas y tan pintorescas como todo lo que brota de su luminoso pensamiento!

Yo demoré bastante para salir. Habrá creído que era por arreglarme. Según dice Camucha, él no podía disimular su impaciencia. Después, como estaba invitado a una comida en la Legación de España, no hemos tenido tiempo de conversar mucho. Se mostró inquieto por mi palidez, nos aconsejó un viaje a Europa. "Me ha sucedido con José Luis lo que yo preví, lo que yo sabía.

A más de que no es de mi carácter el poder permanecer callada mucho tiempo, tenía una gran cantidad de preguntas que satisfacer. De modo que cuando estuve harta del placer de verme en un carruaje hermoso, suave y bien almohadillado, atrevime a romper el silencio. Tío le dije, si quisierais no leer más, podríamos conversar un poco.

Se puede notar con mas razon el disgusto y el cansancio que hacen preferible el silencio á la tendencia á conversar. El sueño es estremadamente agitado por ensueños vivos y angustiosos.

Anudando su corbata pensaba ya en la molestia de esa comida oficial en que durante largas horas estaría como en representación ante los invitados de su amigo y en que el deber profesional le obligaría a conversar con la principal interesada en el asunto de los bosques de Val-Clavin.

Su mirada acariciaba a Julio. Pero observando de pronto que entre éste y Adriana había "algo", puso una graciosa cara de susto y su gesto parecía pedir a Adriana, buenamente, que la disculpara de una torpeza involuntaria. Para hacerse perdonar del todo, quiso que la señorita Ivonne y Charito les dejaran conversar aparte.

Era el único pigmeo que hablaba correctamente el inglés y con el que podía conversar sin esfuerzo alguno. Los otros personajes, así los universitarios como los pertenecientes al gobierno, conocían su idioma como se conoce una lengua muerta. Podían leerlo con más ó menos errores; pero, cuando pretendían hablarlo, balbuceaban á las pocas frases, acabando por callarse.

¿Pero acaso no trabaja de la mañana a la noche en cuidar la casa de Roberto? ¿Se pasa un solo día sin que vaya a la granja? ¡No seas tan injusta con ella, Enriqueta! Ella le lanzó una mirada de compasión: Si no fueras tan niño, como lo has sido siempre, Adalberto, se podría conversar contigo.

Como el platonismo, en punto a terrenales afectos, no es eterno, llegó un día en que el galán, cansado de conversar con las estrellas en la soledad de sus noches, se espontaneó con la madre, y ésta, que había aprendido a estimar al español, le dijo: Mi Carmen te llevará en dote una riqueza digna de la descendiente de emperadores.

Palabra del Dia

bagani

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