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Actualizado: 26 de mayo de 2025
Yo lo creo, me contestó, como que es el manto de la Magdalena. ¡¡Pero, señora, le dije con cierta gravedad, el manto de la Magdalena sobre los hombros de una mora!! Ca, no señor, si mañana han de bautizarla. La contestación me pareció tan razonable, y sobre todo fué dicha con tal naturalidad, que comprendí sería perder el tiempo añadir una palabra más en el asunto.
Por la tarde llegó Jacoba con misterio y le entregó un billete de parte del conde. ¿Qué quiere de mí ese hombre? preguntó sorprendida y en tono despreciativo. No lo sé, señorita. Escribió la carta en mi casa y allí espera contestación. El billete del conde decía: «Amalia, sé que nuestra hija se halla en peligro de muerte.
La estrechez del baroto no permitía echarnos, obligándonos á conservar posturas irreconciliables con el descanso; y no hay nada más molesto que estar completamente rendido y falto de sueño, y, sin embargo, no poder dormir. Cincuenta veces por hora preguntamos al patrón si faltaba mucho, y siempre tuvimos por contestación su invariable malayo po.
Está con cuidado, porque mañana, si puedo, iré a ver si tiene tu padre algo que mandarme. Tuyo siempre, La carta que, en contestación a ésta, halló Pateta al día siguiente bajo las baldosas inseguras del horno de la estufa, decía: «Querido Pepe mío: Por Dios te pido que no me atormentes así. Te lo he dicho mil y mil veces.
Romadonga se apresuró a levantarse, y con franqueza campechana le puso la mano en el hombro. ¿Cómo va ese valor, amigo D. Ángel? En realidad no necesito preguntarlo. Lleva usted la contestación en la cara. ¿Qué va usted a tomar? Muchas gracias, no tomo nada. ¡Hombre, tendría eso que ver!... ¡Mozo! Unas copitas de manzanilla... Ya sabes, de la especial... ¿Y cómo está Concha? añadió osadamente.
¡Hola! ¿Me conoces? Y sin aguardar la contestación se metió adentro y cerró la portezuela. Julián.... Julián gritó a su amigo antes de abrir la mampara del escritorio . Vengo a hacerte un favor.... ¡Qué suerte tienes, maldito! Mándame esas londres a casa. ¡Hola! exclamó el banquero con sonrisa triunfal . ¿Las necesitas? ¡Si, f...., sí!
Le anunciaba su intención de irse al campo, por una temporada muy larga. "Hágame saber, concluía, si podrá recibirme en su casa. Es una súplica; en caso de no obtener contestación iré a casa de Charito, de todos modos, esta noche, por si usted resuelve hacerme la caridad de atender algunas últimas palabras mías". ¡Pobre muchacho! suspiró Raquel. Pero tú no debes ir, porque sería alentarlo.
Aplazaba, pues, su contestación para cuando ambos adquiriesen mejor ese conocimiento y ella tuviera esa seguridad... Pero con su mirada húmeda, agregaba bien claro: «Esto es pour la galerie... Ten un poco de paciencia, Vázquez, que no te haré esperar mucho. ¡De mi afecto, bien segura estoy!»
En todos los huecos de la peña había depositados gran número de restos humanos. ¿Quién los había colocado allí? ¿De qué raza procedían? Preguntas son estas que cada uno de nosotros formulaba en su interior, buscando una contestación en las descarnadas cuencas de los amarillos cráneos. El silencio y la muerte nos rodeaba en aquella misteriosa Necrópolis.
El tío Merlín bajó la cabeza, sonrióse, volvió á hacer rayitas en el suelo, y por toda contestación largó otro ¡jummmaaá! que produjo el mismo efecto que el anterior. Al cabo de un rato añadió: Señores, en el juriaco que se quiere abrir en la torre, ¿no ven ustedes ná? Los circunstantes se encogieron de hombros.
Palabra del Dia
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