Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de mayo de 2025
Este se hallaba sentado en un cubo, cosiendo con bramante unos pedazos de alfombra vieja que habían de servir de manta a la mula. Perdona que no me levante dijo con su voz de niño . Tú eres de casa. ¡Ay, estas piernas!... Había sustituido la casulla de piel de conejo con la otra de las grandes solemnidades: la de espejuelos y cintajos de colores, que le daba el aspecto de un salvaje de teatro.
Para pasearse por aquellos sitios han de elegirse los días nublados, húmedos y apacibles, ó bien levantarse temprano, á la hora del fresco matutino; cuando el tomillo conserva aún un poco de rocío, cuando el ágil conejo corre errante por los campos dando saltos y tumbos. Pero ya es hora de que volvamos á nuestro Océano.
¿Es usted de Guadalajara o su provincia? Sí, señora. ¿Tiene usted una sobrina llamada Doña Patros? No, señora. ¿Dice usted la misa en San Sebastián? No, señora: la digo en San Andrés. ¿Y tampoco es cierto que hace días le regalaron a usted un conejo de campo?... Podría ser... ja, ja... pero no recuerdo... Sea como fuere, Sr. D. Romualdo, usted me asegura que no conoce a mi Benina.
El conejo es un animal tan sensible que con la más leve impresión se tiñen de carmín sus orejas, y se ha observado que los conejos jóvenes se enrojecen más fácilmente que los viejos. Mario quedó acortado. Le miró fijamente con ojos de asombro y al fin murmuró entre triste y colérico: Pero, Adolfo, ¡por Dios! ¿qué tienen que ver ahora los conejos jóvenes?...
¡Pero, hombre de Dios!... No me hables, Pepe.... Me has matado con una palabra.... Déjame tranquilo.... Dios te perdone como yo te perdono.... Yo soy como un conejo a quien hiere el cazador y corre a morir a su madriguera.... No me hurgues más.... Déjame morir en paz. Este símil del conejo le hizo tal impresión después de haberlo proferido, que se dejó caer sollozando en una butaca.
Finalmente, en la delantera y junto al conductor, un hombre, o por decir mejor, un gorro, un enorme gorro de piel de conejo, quien no decía nada de particular y miraba el camino con aspecto de tristeza. Todos aquellos viajeros se conocían unos a otros, y hablaban de sus asuntos en voz alta, con mucha libertad.
Se conoce que no es tonto dijo Fernando VII. Rieron todos la agudeza del monarca, y la frase salió de la cámara regia, cruzó por los salones, pasó por las antesalas, y al bajar las escaleras comentábanla ya todos, muy admirados del talento de la criatura, asegurando que a los tres días de nacida había recitado a su augusto padrino el Padrenuestro, el Avemaría, parte de la letanía lauretana y una fabulita de don Tomás Iriarte; aquella que empieza: Por entre unas matas Seguido de perros, No diré corría, Volaba un conejo...
Después se ponen los trozos de conejo en una olla con aceite, cebolla, tomate, una cabeza de ajo, canela, sal, unos granos de pimienta y clavo. Se tapa bien la olla y se pone a cocer a fuego muy lento hasta que esté tierno.
Vuelto el informe, se cayó en la cuenta en la sección de nuestra bendita oficina, de que el tal expediente no correspondía a aquel ramo; era preciso rectificar este pequeño error; pasose al ramo, establecimiento y mesa correspondientes, y hétenos caminando, después de tres meses, a la cola siempre de nuestro expediente, como hurón que busca el conejo, y sin poderlo sacar muerto ni vivo de la huronera.
El instinto de un vil animalejo, Eyra ha por nombre, me ha admirado; De suerte es y de forma de un conejo, Mas mata, como vemos, un venado. Salta y aferra firme en el pellejo, Y en el seseso dá fiero bocado, Haciendo con las uñas tal camino, Que saca al animal el intestino.
Palabra del Dia
Otros Mirando