Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 24 de julio de 2025


Por aquel tiempo, el escultor D. Manuel Alvarez, que visitaba con frecuencia al duque de Campoverde, oyó contar a éste lo que había pasado entre D. Jacinto y la Caramba, e inspirado en aquel suceso, hizo la diminuta imagen de San Vicente, poniéndole por rostro el de D. Jacinto, que acertó a retratar fielmente de memoria.

Pues entonces me largo a escape... Conque ¿hasta la noche, don Alejandro? Hombre, me parece bien la idea: vuélvase, solo por supuesto, un ratito esta noche para darme cuenta del resultado de sus primeras negociaciones. , señor, y para saludar a Nieves de paso... ¡Caramba! que también yo soy hijo de Dios.

Mi criado que me ayudaba á vestir, se quedó mirándome con esa gravedad del que trata de investigar una cosa que no comprende, y por último me dijo no entiendo, señor. Digo, mi buen Quico, si crees, por ejemplo, que una india pueda llegar á ponerse muy flaca, muy pálida y muy mala, en puro querer á un hombre. Puede más, señor. ¡Caramba! Puede más. Seguro, más.

La mueca que entonces hizo fue más expresiva, ejecutando visibles esfuerzos para enfadarse. ¡Vamos, D. Andrés, déjeme usted!... ¡déjeme usted! Y viendo que el joven se acercaba a cogerla: ¡Déjeme usted, caramba!... ¡Qué pesadez!... ¡No quiero bromas con usted! ¿Y por qué no quieres bromas conmigo, Rosa? repuso él, avanzando en actitud humilde. Porque no... Márchese usted. ¿Me despides? .

¡Qué es eso?... ¡Caramba!... ¿Qué tienes?... repetía Melchor, inclinado cariñosamente sobre el cuerpo de Lorenzo. ¡No !... repuso éste, poniéndose de pie y reclinándose lánguidamente en el pecho de Melchor, no ... hace rato... ¡tengo una opresión...! que no oiga Ricardo...

Conviene que obtenga este año una mención en los Artistas franceses.» Y Joaquín le respondió: «¡No se preocupe usted...! ¡La tendrá...!» Y agregó: «Es muy rica, ¿verdad?» A lo cual le contestó el patrón: «¡Ya lo creo! ¡Es más rica que Berta Morizot...!» LORENZA. ¡Caramba! ¡Qué bien enterados están estos señores...! EL MODELO. ¡Bah! Son unos vivos que saben lo que se traen entre manos.

Una ráfaga de aire frío hizo temblar a la Regenta y arremolinó hojas secas a la entrada del cenador. El Magistral se puso en pie, como si le hubieran pinchado, y dijo con voz de susto: ¡Caramba! debe de ser muy tarde. Nos hemos entretenido aquí charlando... charlando...

Al cabo, al entrar un día en su casa, exclamó, como enfadado consigo mismo: ¡Caramba! ¡Siempre se me olvida que tengo que ir a casa de mi prima Tula!... Pero no tenga usted cuidado, que de mañana no pasa... Transcurría el día siguiente, y otro después, y otro, y otro, sin que el viejo calavera se acordase de mi asunto más que de la muerte.

El duque, viejo alegre y algo librepensador, y dos amigos suyos, muy curtidos y versados en aventuras ligeras y galantes mortificaban de continuo a D. Jacinto, ridiculizando su honesto recato y urdiendo tramas y buscando ocasiones peligrosas en que de todo punto le perdiese. Conjurados para tan inicuo fin, buscaron el poderoso auxilio de La Caramba.

Miss Nicholson respondió con un gesto expresivo acompañado de cierta expresión que a nuestra lengua podríamos traducir por ¡caramba!, arrojándose en seguida al cuello de la vizcondesa, a quien cubrió de besos, para salir después con su aire marcial, la frente radiante, cual si ya reposaran en ella los elegantes florones de la corona de marquesa.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando