Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 20 de junio de 2025


La aparición de una mujercilla débil y pálida pareció animar con una ráfaga de penosos recuerdos á toda la familia. Era Pepeta, la mujer de Pimentó. ¡Hasta esta venía!... Hubo en Batiste y su mujer un intento de rebelión; pero su voluntad no tenía fuerzas... ¿Para qué? Bien venida, y si entraba para gozarse en su desgracia, podía reir cuanto quisiera.

No obstante se ha de advertir, que no fué Séneca de los Autores menos juiciosos, aunque creo que fué mayor su imaginacion que el juicio. Fué Estoico, ó quiso parecerlo, y se hallan en sus escritos sentencias, y máxîmas admirables para animar á seguir la virtud.

Del fondo del segundo salón llegaban, confundidos con risas de mujeres y choque de bandejas, los tecleos del piano y los gemidos de los violines; del techo, coloreado a la vez por el reflejo azul de la tarde y el frío resplandor de las ampollas eléctricas, descendían gorjeos de pájaros, como una evocación campestre que parecía animar la artificial rigidez del jardín contrahecho.

Montenegro sonrió. ¿Y eso era todo? ¡Riñas de novios; caprichitos de muchacha, que se enfada para animar la monotonía de un largo noviazgo! Ya pasaría el mal viento.

Uno soltó la carcajada exclamando: ¡Si es uno de los chicos de la bomba! ¡Dale, dale, niño, que está duro! Los otros también soltaron a reir brutalmente y comenzaron a animar al pobrecito sonámbulo. ¡Duro, duro!... ¡Anda con ello!... ¡Más fuerte, chico, que no sube el agua! El desdichado niño, con las voces, redoblaba sus esfuerzos imaginarios moviéndose cada vez con mayor velocidad.

De su suave palabra, iba con ellos la persistente vibración en que se prolonga el lamento del cristal herido en un ambiente sereno. Era la última hora de la tarde. Un rayo del moribundo sol atravesaba la estancia, en medio de discreta penumbra, y tocando la frente de bronce de la estatua, parecía animar en los altivos ojos de Ariel la chispa inquieta de la vida.

Verdad es que el señor don Nemesio Angulo, eclesiástico en extremo cortesano y afable, antiguo amigo y tertuliano de don Manuel y autor de la dicha de los cónyuges, a quienes acababa de bendecir, intentó soltar dos o tres cosillas festivas, en tono decentemente jovial, para animar un poco la asamblea; pero sus esfuerzos se estrellaron contra la seriedad de los concurrentes.

Gracián procuró animar con palabras consoladoras a Nazaria, exhortándola a desechar su infundado temor, y después de reiterar a Tablas la súplica que le hizo poco antes, salió de la casa escoltado por las moscas.

Delaberge, muellemente enternecido, y sintiéndose expansivo, aun a pesar suyo, se atrevió a hacer una tímida insinuación: ¡Esta Rosalinda es un paraíso!... Pero un paraíso en que se viva constantemente en compañía de mismo, puede a la larga hacerse monótono... ¿No ha pensado usted nunca en animar un poco esta soledad? La señora Liénard fijó sus límpidos ojos en su interlocutor.

Desperezóse la inmensa vega bajo el resplandor azulado del amanecer, ancha faja de luz que asomaba por la parte del Mediterráneo. Los últimos ruiseñores, cansados de animar con sus trinos aquella noche de otoño, que por lo tibio de su ambiente parecía de primavera, lanzaban el gorjeo final como si les hiriese la luz del alba con sus reflejos de acero.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando