United States or Madagascar ? Vote for the TOP Country of the Week !


Anoche mismo me interrumpió tan inoportunamente que estuve a punto de clavarle un puñal. Aquellos detalles me interesaban vivamente. ¿Una mujer? pregunté. , y preciosa. Usted la ha visto. ¡Ah! La del cenador, la noche aquella en que tres amigos de usted se estrellaron contra una mesita de hierro...

Pero sus protestas se estrellaron ante la firmeza del hermano. Ella podía mandar en sus afectos, pero por encima estaba el honor de su casa.

González de la Riva, acostumbrado a las transacciones de la política y a los cabildeos del salón de conferencias del Congreso, quiso desde luego arreglar pacíficamente el asunto y empleó para ello aquella facundia persuasiva que todo el mundo le reconocía. Sus frases aliñadas, todas sus habilidades parlamentarias se estrellaron contra la resuelta y arrogante decisión de los padrinos de Aldama.

Herido el tiburón trató de apelar á la huida buscando en los profundos abismos su salvación; mas todos sus esfuerzos se estrellaron en lo bien templado del hierro que lo aprisionaba, y en la consistencia del aparejo que lo sostenía. Sujeto el cabo é izada la cabeza del tiburón fuera del agua, se le echó un doble aparejo oprimiendo en el círculo de un nudo corredizo las aletas.

Demetria permaneció grave y silenciosa. Las comadres trataron de tirarle de la lengua, pero fué inútil. Sus esfuerzos se estrellaron contra la actitud fría y reservada que siempre había caracterizado á la hija del tío Goro de Canzana. Despidióse presto y se encaminó velozmente á Lorío.

Los manejos de Portugal y las excitaciones tardías de D. Manuel, su Soberano, se estrellaron en la firme decisión tomada por el Monarca español, el cual otorgó solemnemente en Zaragoza, las regias capitulaciones con arreglo á las cuales había de hacerse la expedición á Occidente.

Sonó una triple detonación y tres proyectiles se estrellaron contra mi improvisado escudo. La mesa cogió de lleno al grupo y hombres y mesa rodamos juntos escalera abajo, entre gritos y juramentos. Antonieta de Maubán lanzó un agudo chillido, al que yo, levantándome de un salto, contesté con una carcajada. De Gautet y Bersonín yacían en tierra como aturdidos.

El primer rompecabezas en que se estrellaron los primeros caviladores ansiosos de saber misterios interrogando a la Esfinge, fue, sin duda, el fenómeno siempre imponente y universal de la muerte.

Los sacrificios pecuniarios de la nación y los deseos de los gobernantes, se estrellaron como era consiguiente, con la falta de inspección que no podían ejercer en razón á la distancia que separa Marianas de Manila. Se estudiaron todos los medios al par que iban creciendo las exigencias, y aumentando por consiguiente el personal y con este el presupuesto.

Verdad es que el señor don Nemesio Angulo, eclesiástico en extremo cortesano y afable, antiguo amigo y tertuliano de don Manuel y autor de la dicha de los cónyuges, a quienes acababa de bendecir, intentó soltar dos o tres cosillas festivas, en tono decentemente jovial, para animar un poco la asamblea; pero sus esfuerzos se estrellaron contra la seriedad de los concurrentes.