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Fijos sus ojos en los de él, buscaba al mismo tiempo una de sus manos, y llevándola detrás de su talle, la oprimía con invisibles apretones. A ella no le interesaban los negocios; podía hablar papá con su voz reposada y musical todo lo que quisiera: no le oía; a ella sólo le interesaba lo suyo. Y movió los labios sin emitir la voz, indicando con marcadas contracciones el mudo silabeo.

Las dos personas que en París se interesaban por el marqués, a saber: Beatriz y la señora de Aymaret, estaban consternadas con la divulgación de tales desfavorables hablillas, pero habían acabado por engañarse a mismas, conviniendo que aquellas voces no eran más que el despecho de la envidia impotente.

Si aventuraba una fuerte suma en una partida de écarté, nadie tenía el derecho, es verdad, de llamarle a la razón, pero por lo menos había de escuchar las advertencias de los compañeros. Todos le conocían y se interesaban por él como por un convaleciente. Un jugador se conduce como un hombre juicioso o como un loco, según que sea incitado o contenido por los que le rodean.

Estas imaginaciones fueron labrando en su cerebro una decisión que al cabo formuló por escrito en carta a su madrastra: escribiole sin decir nada a Julia suplicándole le concediese una entrevista «para tratar de asuntos que a ella y a su hija interesaban muchoLa carta, aunque seria, era afectuosa y dejaba traslucir intentos generosos y deseos vivos de reconciliación.

Cuando los ingenieros reúnen en un canal todos los arroyuelos dispersos de la llanura, crean un río bastante capaz para la navegación. El barón de Sanglié, la duquesa y todos los que se interesaban por él, estaban asombrados del cambio de sus costumbres. Vivía tan sobriamente como el joven ambicioso que quiere triunfar por medio de las mujeres. Iba muy raras veces por el club y ya no jugaba.

Pero al ver al frente de la familia a su primo Pablo y próxima su mayor edad, se había negado a continuar por más tiempo la comedia de sus estudios. Era rico, no quería perder el tiempo en cosas que en nada le interesaban. Y tomando posesión de sus bienes, comenzó la libre existencia de placeres con la que había soñado en su estrecha vida de estudiante.

Me parece que de aquí en adelante renunciaremos á Biarritz y vendremos á gozar por los veranos de esta magnífica naturaleza. El señorito dejó el sombrero sobre otra silla, inclinando repetidas veces la cabeza para indicar que las palabras del conde le interesaban profundamente. Y digamos ahora cómo era el señorito fuera de la cama.

Pero ésta, adivinando que aquellos amoríos no interesaban ya su corazón inconstante, quedó sosegada y tardó poco en recuperar su buen humor habitual. Flora quería ir á lavar al río. Así lo había convenido con Demetria para juntarse las dos y pasar algunas horas de charla. Sin manifestar lo último á D.ª Robustiana, le propuso lo primero.

Salvatierra aceptó la invitación, ya que ésta no contrariaba su sobriedad ascética, único lujo de su vida. «Vamos a ver los caballos». No le interesaban gran cosa, pero agradecía el buen deseo de aquella gente sencilla, ansiosa de mostrarle lo mejor de la casa. Atravesaron el patio, bajo el azote de la lluvia, seguidos por algunos perros que sacudían el agua de sus pelos lacios.

Los libros que sucesivamente iba poniendo delante de los ojos no le interesaban: las cuartillas permanecían en blanco a pesar de sus esfuerzos desesperados para llenarlas. Cuando se aproximaba la hora del almuerzo se encaminó a las habitaciones de sus tíos con ánimo de hablar con ellos acerca del asunto que le preocupaba.