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Actualizado: 2 de septiembre de 2024
«Este tratado, que, según ha demostrado M. J. M. Guardia, es debido á Baltasar Álamos de Barrientos, se ha publicado con la siguiente portada: Norte de Príncipes, Virreyes, Presidentes y Gobernadores, y advertencias políticas según lo público y particular de una Monarquía, importantísimas á los tales, fundadas en materia y razón de Estado y Gobierno.
Los dos farmacéuticos parecían haber revivido con las oficiosas advertencias de don Claudio Fuertes; pero, en cambio, el receloso Bermúdez entró en nuevas confusiones, porque si sospechoso le había parecido el aire de las palabras del comandante, más sospechosos le resultaban los efectos causados por ellas en el ánimo de los dos Pérez.
Siempre estaba escudriñándolo todo; su padre, por esta tendencia a registrar, le llamaba el carabinero. Los domingos mi madre comenzó a dejarme andar con los camaradas, después de hacerme una serie de advertencias y recomendaciones. Ya, teniendo tiempo por delante, no nos contentábamos con ir al arenal; subíamos al Izarra y después íbamos descendiendo a las rocas próximas.
¿De qué la servía, si no todo, la mayor parte del mundo que iba columbrando, y además le descubrían en libros y en advertencias de palabra?... De maldita de Dios la cosa para las especiales ambiciones que la dominaban y las cortas necesidades que sentía.
Con esto, apenas se atreve a hacer nuevas advertencias; si las hace, suele atraerse alguna risilla escondida; verdad que, a veces, el autor suele entender de representar menos todavía que el actor. ¿Qué saco yo en la cabeza? le pregunta una joven. ¿Diadema? No es necesario. Como soy... No importa, se va usted a acostar cuando sucede el lance. Es verdad. Y yo, ¿qué saco en las piernas?
A las once de la noche me hice á la vela, y con la creciente fuí á fondear mas adentro, y en mejor paraje. Al salir el sol mandé tierra los marineros para que hiciesen fuego, á fin de que por él viniesen en el establecimiento en conocimiento de mi entrada en este rio; y á las diez me levé, haciendo diligencia de llegar al establecimiento. Advertencias á los navegantes á estos destinos.
Sólo he querido divagar un momento sobre su evidente importancia e insinuar algunas advertencias útiles a las dueñas de casa y a las mismas señoritas que no tienen la suerte de atraer y sugestionar con el encanto de sus dones físicos y el hechizo de sus donaires espirituales.
Gracias a las advertencias de Gabriela que me pusieron en guardia contra los caprichos del niño, Pepillo fué siempre dócil y cariñoso conmigo. Todas las mañanas iba al escritorio, me pedía lápiz y papel, y se pasaba las horas pintando monos y casitas.
He oído con la debida atención dijo la muchacha todo lo que acabas de decirme, y te confieso que estoy atribulada y amedrentada. ¿Y cuál es la causa, hija mía, de tu tribulación y de tu susto? Pues..., fuera vergüenza...; a ti, que eres mi guía, debo confesarlo todo. Tus consejos y advertencias de hoy vienen ya tarde.
Jerónimo murió al fin; habían pasado dos años sin que el señor Francisco recibiese noticias de su sobrino, cuando su sobrino se le presentó de repente como llovido del cielo y portador de una carta de su hermano el arcipreste; aquella carta podía ser la resolución del misterio, y como este misterio se había agravado para Montiño desde el momento en que había creído encontrar en el semblante del joven ciertos rasgos de semejanza con una alta persona á quien conocía demasiado, sintió una comezón aguda por apoderarse de aquella carta; pero siempre cauto y prudente disimuló aquella comezón, afectó la mayor indiferencia hacia su sobrino, y sólo volvió á anudar el interrumpido diálogo con el joven, después de haber dado á los pajes dos docenas de platos y seis docenas de órdenes y advertencias.
Palabra del Dia
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