United States or Kuwait ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y se volvió a acostar. Maximiliano, al revolverse, le dio un encontronazo con un omoplato. «¡Ay!, me ha hecho ver las estrellas» dijo para Fortunata, recogiéndose más en su lado. «¿Duermes, viditamurmuró el otro despertándose, y rechupando luego como si tuviera una pastilla en la boca. Pero sin oír la respuesta, se volvió a dormir. vii

Así una noche, en el momento que se iba a acostar, percibió su oído alerta el ruido de las uñas enemigas, tratando de forzar el tejido de alambre. Con un gesto de fastidio descolgó la escopeta, y saliendo afuera vió una mancha blanca que avanzaba dentro del patio.

Por la noche subí á bordo del vapor «Cataluña». Al irme á acostar, hallé en la tarima superior de mi camarote un bulto con barbas rojas y cabellera crespa y rubia, que roncaba con la franqueza de un ciudadano libre. ¡Era mi Inglés!... Pero aquello era ya un progreso: el hombre renunciaba á su silencio absoluto, puesto que roncaba.

Acercose a doña Gertrudis y le dijo al oído: Mamá, me duele muchísimo la cabeza. ¡Ay, hija de mi alma, te compadezco! A se me está partiendo también de dolor. Quisiera irme a acostar. Pues ve, hija mía, ve; yo diré que te has sentido un poco indispuesta. Adiós, mamaíta. Que pases buena noche.

Echose de la cama tal como estaba, y casi a la fuerza, mezclando los cariños con la autoridad, como se hace con los niños, le hizo acostar. Quitole la ropa, le cogió en brazos, y después de meterle en la cama, se abrazó a él sujetándole y arrullándole hasta que se adormeciera.

Asistíamos a la faena de acostar a los niños cuyo tocado de noche se hacía por indulgencia en el salón, y a quienes la madre llevaba a la cama, todos envueltos en tela blanca, los brazos colgantes y los ojos cerrados ya por el sueño. A eso de las diez nos separábamos.

Apretólo Don Cleofás, como más amigo de saber que le dijese la causa de aquel alboroto, que no se había de volver á acostar sin descifrar aquel misterio.

Es tarde... Acaso estoy soñando ya. Debo irme a acostar... Mañana desaparecerá la alucinación. Efectivamente, era ya entrada la noche, pues en una habitación vecina el reloj dio la una. Hizo entonces el joven un esfuerzo para levantarse, aunque sin conseguirlo, saludando al retrato, entre burlón y respetuoso: De todos modos, don Fernando, os agradezco en el fondo de mi alma vuestra bendición.

Cuando hubieron terminado la cena se despidió. Rezaron después el rosario y concluído Felicia subió á acostar á los pequeños. Cuando volvió tomó la rueca y se puso á hilar. El cantero y el zagal se fueron á la cama.

Soy yo, Flora respondió la voz de Jacinto de Fresnedo. ¿Puedes abrir? La joven tardó unos instantes en contestar como si vacilara. Perdona, Jacinto. Nos íbamos en este momento á acostar, porque ya es un poco tarde. ¡Niña! exclamó desde la cocina el abuelo. Eso no está puesto en razón. En mi tiempo nunca se dejó marchar á un mozo que viene de lejos sin convidarle á descansar. Abre á ese muchacho.