United States or Bosnia and Herzegovina ? Vote for the TOP Country of the Week !


No se podrá citar uno solo donde no haya mezcla; extranjeros en todas partes, negociantes que han hecho grandes fortunas en productos alimenticios, farmacéuticos, industriales más o menos bien educados, etc... Es triste, porque desaparece la tradición de la exquisita cortesía francesa que, en otro tiempo, nos señalaba a los ojos de la Europa atenta y encantada.

Ballester se le llevó no sin trabajo, porque aún quería permanecer allí más tiempo y llorar sin tregua. Cuando salían del cementerio, entraba un entierro con bastante acompañamiento. Era el de D. Evaristo Feijoo. Pero los dos farmacéuticos no fijaron su atención en él. En el coche, Maximiliano, con voz sosegada y dolorida, expresó a su amigo estas ideas: «La quise con toda mi alma.

Aprobó doña Lupe, y los dos farmacéuticos salieron y tomaron un simón. Por el camino iba Maxi cabizbajo, y la aproximación al cementerio le imponía, subyugando su ánimo con la gravedad que lleva en la idea del morir. «Adelante, niño» le dijo su amigo cogiéndole por un brazo, y llevándole dentro del camposanto.

No podía negarse que existían cuatro fenómenos, cuatro cosas raras, cuatro síntomas extraños, que, aunque independientes entre , convergían en un punto común a todos ellos: el caso misterioso de Nieves. Si a Nieves le había ocurrido algo, Catana, Fuertes y los dos farmacéuticos lo sabían. Esto ya era un hallazgo: el de un camino nuevo y más llano para ir en busca de la verdad.

Los dos farmacéuticos parecían haber revivido con las oficiosas advertencias de don Claudio Fuertes; pero, en cambio, el receloso Bermúdez entró en nuevas confusiones, porque si sospechoso le había parecido el aire de las palabras del comandante, más sospechosos le resultaban los efectos causados por ellas en el ánimo de los dos Pérez.

Todo lo que esta ciencia aflictiva nos enseñase, metiéndonos el corazón en un puño, y llenándonos de miedo y de asco, estaría bien consignado en trataditos científicos, cursos y epítomes; pero en las novelas escritas a menudo por gente que no ha ganado ninguna borla en las Universidades, todo podía salir trabucado, y aunque no saliera, no saldría novela tampoco, sino bodrio de ciencia mal digerida, puesta al alcance de todos, y que sólo interesaría y conmovería, no como las obras de un arte sencillo y sano, sino sobreexcitando nuestros nervios como las pociones y linimentos farmacéuticos, que nos hacen ver visiones espantosas y a las cuales nos aficiona una curiosidad perversa.

Pegaron la hebra D. Basilio y Nicolás sobre el carlismo, la guerra y su solución probable, y se armó una gran tremolina, porque intervinieron los farmacéuticos, que eran atrozmente liberales, y por poco se tiran los platos a la cabeza. Torquemada procuraba pacificar, y entre unos y otros molestaban mucho al enfermo con la bulla que hacían.

Este sofisma tiene atrasada la Medicina en su parte Farmacéutica, porque se tienen por virtudes de los remedios las que no lo son: toda Medicina ha de graduarse de tal, ó tal virtud con relacion al cuerpo humano: con que pronunciando los Botánicos y Farmacéuticos absolutamente, como suelen hacerlo, salen falaces sus aseveraciones. Algunos reducen á esta especie de sofisma la induccion defectuosa.