Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de julio de 2025
Cuanto más se la estudiaba, menos se la conocía y mayor era el empeño de conocerla. ¿Era frialdad de espíritu o fortaleza de razón, la causa determinante de aquella su inalterable serenidad en todos los actos ostensibles de su vida? ¿Era leal en sus amistades, noble en sus inclinaciones, sincera en sus informes, honrada en sus impulsos?
Primero, los arrebatos de pasión: una dicha que, encontrando estrecho el elegante nido de los recién casados, paseaba su insolencia feliz por los salones, para dar envidia al mundo; después, la monotonía, el cansancio, la separación lenta e insensible, sin dejar por eso de amarse; a él le atraían sus amistades de soltero, y ella protestaba con escenas y choques que hacían odiosa para Luis la vida conyugal.
Hacía frecuentes viajes; recibía cartas cifradas de París; iba a Menorca para visitar la escuadra surta en Mahón, y valiéndose de sus amistades de antiguo oficial, catequizaba a los compañeros, preparando una sublevación de la marina.
La música había cesado de tocar, y el cura aprovechó este silencio para expresarse con la exuberancia de un verboso falto de amistades que busca ocasión de esparcir su facundia.
Llenaba luego apresuradamente las copas, como si su vacío le infundiese horror, y apenas sentía disminuir el peso de la botella, reclamaba con vigilante previsión el envío de otra. Dirigía equitativamente este gasto extraordinario: las buenas cuentas mantienen las amistades.
Ella tenía grandes amistades con el arzobispo, era de una voluntad de hierro, é inexorable como toda mujer devota que cree interpretar la voluntad de Dios.
Tibaldo dió credito al aviso, y sin más averiguacion embarcó en sus galeras á Montaner, y á Palacin, y él en persona partió la vuelta del cabo de Casandria, donde estaban los nuestros con Rocafort; y apenas hubo llegado á su presencia, cuando le presentó los dos prisioneros, pareciéndole que habian de ser el medio de sus amistades, y así fueron ellas tan desdichadas, pues se fundaron en la sangre, y muerte de un inocente.
¿Quién? ¿Quién? replicó la dama, con señales de terror en la voz, echándose hacia la pared. Soy yo, soy Álvaro... Mira añadió con voz temblorosa, sé que has venido a hacer las amistades... Has hecho bien... Olvidémoslo todo, comencemos una nueva vida... La dama no respondió. Metida contra la pared, escuchábase su respiración aún anhelante por el susto.
Los correligionarios se quejan porque no te ven». Y abandonando aquellos paseos que eran su único placer, se hundía en un ambiente denso, cargado de gritos y humo, donde había de contestar a los más ilustrados del partido que, llenando de ceniza los platillos del café, querían saber quién hablaba mejor, Castelar o Cánovas, y en caso de una guerra entre Francia y Alemania, cuál de las dos naciones vencería; asuntos que provocaban disputas y enfriaban amistades.
A pesar de lo apacible y alegre de mi carácter durante toda mi vida, empecé a sentir entonces, con enojosa persistencia, odio y desprecio hacia mí misma y hacia la gente que me rodeaba y miedo de verme tan sola, sin haber obtenido nunca sino fugaces amistades y sin contar con persona alguna en quien poner mi confianza y mi profundo y verdadero afecto.
Palabra del Dia
Otros Mirando