Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 12 de junio de 2025


Hasta cinco mujeres han venido a verme que todas han sido mis amas y me han abrazado y besado. Todos me llaman Luisito o el niño de D. Pedro, aunque tengo ya veintidós años cumplidos. Todos preguntan a mi padre por el niño, cuando no estoy presente. Se me figura que son inútiles los libros que he traído para leer, pues ni un instante me dejan solo.

Quería protegerlo y ser protegido por él mismo; era como una prenda de mi padre, que me lo recordaba y me lo reproducía; lloré mucho sobre él y debí humedecerlo tanto con mis lágrimas, que mis manos llevaron muchas veces a los labios el sabor amargo del llanto; y fue así, abrazado de mi libro, defendido el pecho por sus páginas, que me dormí aquella noche, la última de mi vida en que debía ver al autor de mis días.

La niña se había abrazado con fuerza incomprensible al cadáver de su madre y lo cubría de vivos y sonoros besos. Don Mariano, exaltado de un modo terrible, casi loco, tiraba de ella brutalmente, como si de arrancarla de aquel sitio dependiese la salvación de todos. María, de rodillas en un rincón del cuarto, elevaba los ojos y las manos al cielo, pidiendo la gloria eterna para la difunta.

Con fantásticos y vistosos trajes, naires de la India, montados en el cuello de aquellos gigantescos cuadrúpedos, los iban dirigiendo. Después aparecía lo más espantoso de aquella pompa. Montado en un soberbio alazán de Persia iba un domador de Ormuz, que llevaba a las ancas, en el mismo caballo y casi abrazado con él, un tigre domesticado.

Todavía estuvo en ganancias un largo rato, hasta que viendo señales de que la suerte se torcía, levantose como jugador experto y salió de la sala abrazado a su amigo. ¿Qué hora es, Miguelillo? Las cinco menos cuarto. ¿Hay ánimo, verdad? le preguntó abrazándole de nuevo con efusión. ¡, hombre, ! Yo tengo ánimo y dinero contestó sonriendo.

Sólo iba al lado del siervo de Dios un joven fervorosísimo, deseoso de dar la vida en testimonio de la fe, que pocos meses antes había abrazado. Seguíanle otros cuatro, uno de los cuales llevaba en alto la imagen de la Madre de Dios. Procuró el apostólico Padre sosegar con su angelical rostro y afables y corteses palabras aquellas furias del infierno.

Se puso en pie sobre el pretil, y abrazado al ancla se arrojó al agua. Su cuerpo de coloso abrió en ella una grande brecha, que se cerró al instante. La mar profunda extinguió aquella chispa de vida, como tantas otras, con implacable indiferencia. Un marinero que le vió de lejos, corrió hacia el sitio gritando: ¡Hombre al agua! Otros tres o cuatro de las próximas embarcaciones le siguieron.

Íbamos a levantarnos de la mesa, cuando entreabrió la puerta Susana y metiendo la cabeza por la abertura, nos dijo con arrogancia: He hecho café; ¿lo traigo? Quién te ha mandado... comenzó mi tía. , dije interrumpiéndola con vehemencia, traelo en seguida. Yo la hubiera abrazado de buena gana por tan feliz idea; pero mi tía no compartía mi opinión.

El viejo lloraba como un niño; Pepe, abrazado a él, con la boca pegada a su oído, le decía en voz baja prodigios de cariño; doña Manuela salió del comedor siguiendo a Tirso, y Leocadia empezó a recoger del suelo el mapa y las banderitas, mientras Pateta, que estaba en un rincón aterrado ante el conflicto que había promovido, se despidió de repente y salió rencoroso contra mismo.

7 Sabiduría primero que todo; adquiere sabiduría; y ante toda tu posesión adquiere inteligencia. 8 Crece en ella, y ella te engrandecerá; ella te honrará, cuando la hubieres abrazado. 9 Dará a tu cabeza aumento de gracia; corona de hermosura te entregará. 10 Oye, hijo mío, y recibe mis razones; y se te multiplicarán años de vida.

Palabra del Dia

cabalgaría

Otros Mirando