United States or Somalia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Dioses, furias, espectros, diablos, figuras alegóricas, reyes, verdugos, pastores y alcahuetas forman irremisiblemente el personal de sus composiciones, y están siempre dispuestos á satisfacer los caprichos del poeta, á abandonar su papel y á producir las catástrofes más violentas é infundadas.

La sonrisa del viejo despreció estos peligros. Tenía, la certidumbre de que nada malo podía ocurrirle al Mare nostrum. Las furias del mar resultaban impotentes contra él, y menos conseguiría aún la maldad de los hombres. Yo por qué lo digo, capitán... Estoy seguro de que saldremos sanos y salvos de todos los peligros.

Satanás se presenta consternado, y dice al Príncipe de las tinieblas: Las riberas del Cocyto Deja animoso Luzbel, Y de la laguna Estigia Azufre, resina y pez. Del Averno los tormentos Suspende, si puede ser, Y de tu reino de llanto Cese el bullicio cruel. De tus furias el azote En ocio y suspenso esté, Y los condenados, todos, Orejas á mi voz den.

Son muy sucios y el pelo se lo dejan crecer sin cortarlo jamás, así es que cuando las mujeres, efecto de la edad, se abandonan en lo que al cuido personal respecta, parecen verdaderas furias. Las prendas de su uso consisten en un jabul corto que no les llega á las rodillas las mujeres, y taparrabos los hombres.

Y dejando los sendas tortuosas por donde caminan y abandonando los altares de las Furias donde ahora sacrifican, los artistas futuros marcharán al cabo por la vía de la moderación, signo de la fuerza, á depositar los frutos de su ingenio á los pies de las Gracias. ¡Feliz yo si el cielo me concede larga vida para ver, aunque sea de lejos, la tierra prometida!

Visto esto procuraron retirarse de las furias de aquellos bárbaros, que con su traición deshicieron por ahora y frustraron las esperanzas de poder penetrar el Chaco, donde se esperaba, como dije, reducir muchas naciones. Volviéronse, pues, sin otro fruto, desandando con mucho trabajo el camino de cuatrocientas leguas que hasta allí habían navegado.

Viendo Izú el trance tan peligroso en que estaban las cosas, se puso en medio de sus paisanos, y pudo tanto con la eficacia de sus palabras, y mucho más con la gracia de Dios, que interiormente labraba en aquellos corazones bárbaros é inhumanos, que detuvo sus furias y apagó todo el odio; después, aunque muy nuevo en la fe, habló tanto de Dios y predicó de su santa ley, que aquellos bárbaros, así como estaban con las manos llenas de saetas envenenadas, se fueron llegando uno á uno al P. Lucas, y puestos de rodillas, con humilde reverencia, besaron las llagas del Santo Cristo.

iHija del aire! te protesto que, despues del dia fatal... Pero la palabra es un vano soplo, ven a verme en mi sueno, o a las horas de mis desvelos, ven a sentarte a mi lado; he cesado de estar solo, mi soledad se halla turbada por las furias. En mi rabia rechino los dientes mientras que la noche estiende sus sombras sobre la tierra, y desde la aurora hasta ponerse el sol no ceso de maldecirme.

Abandonan el despacho. Gertrudis quiere salir en seguida del molino. Guarda primero la llave dice él. Bajan juntos los escalones que conducen a las máquinas; y, cuando han colgado la llave, se precipitan fuera, como si las Furias los persiguiesen. Desde entonces ya no hay en sus relaciones la inocente alegría de otros tiempos. Se han convertido en cómplices.

Y ella con faz serena Sus furias dominando, Desde la escelsa almena Los cielos contemplando, Mira nacer la aurora Que al mundo es precursora De paz y de igualdad. Y su sagrada enseña Al viento desplegando, A tiranos domeña Pueblos emancipando, Y concita á sus bravos Rompan de los esclavos La argolla y el cordel.