Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 13 de junio de 2025
A un lado abríase un espacio semicircular que servía de cuadra. Las paredes eran de madera carcomida procedente de los derribos, con los intersticios rellenos de paja y trozos de periódicos; del techo pendían unas telarañas inmensas, monstruosas, ondeando como banderas ennegrecidas por el polvo, cubriendo las paredes como las muestras de una tienda de trapos.
A lo que una voz alegre y limpia contestaba así con un ligero acento provincial: Perdóneme, he querido, para honrar mejor su casa, estrenar un vestido nuevo y la modista no me lo ha traído sino hasta ahora mismo... cuando ya comenzaba a enfadarme. En aquel mismo instante abríase de par en par la puerta del comedor y un criado con guantes blancos y casaca negra decía así: «La señora está servida».
En el fondo del vestíbulo abríase la puerta del salón, y llegábase por este a un pequeño gabinete, tapizado todo de cretona, con grandes flores cobrizas.
Algo le decía ahora con acento imperioso. Le empujaba, y él obedecía automáticamente. Olvidaba las ilusiones de futura felicidad que se había forjado momentos antes, y el ataúd coquetón, aquel féretro de raso blanco y bordados de oro, parecía brillar ante él, como un astro que le iluminase con su camino. Abríase su tapa, mostrando el interior mullido y acolchado como el de una caja de dulces.
Llegados que fueron, se sorprendió Stein de hallar en medio de aquella uniforme comarca, de tan grave y seca naturaleza, un lugar frondoso y ameno, que era como un oasis en el desierto. Abríase paso la mar por entre dos altas rocas, para formar una pequeña ensenada circular, en forma de herradura, que estaba rodeada de finísima arena y parecía un plato de cristal puesto sobre una mesa dorada.
La gran puerta del fondo, cerrada por una verja mohosa, dejaba ver al través de sus vidrios el cerro de enfrente y un grupo de álamos entre dos casitas rojas en lo más hondo de una cañada. Sobre esta puerta abríase un medio punto de vidrios de colores, por el que se filtraba el sol de la tarde, dando a las paredes, a las tumbas, al suelo, las palpitaciones policromas del iris.
Abríase ante ellos la Ribera de Curtidores, con su declive tan rudo, que las últimas casas tienen sus tejados al nivel del arranque de la calle. Por encima de las cubiertas de las Américas veía Feli la ondulación de los cerros amarillentos, la llanura castellana, de suaves hinchazones, con su sequedad que acusa los objetos a luengas distancias.
Aleteaban lo mismo que enormes libélulas; abríase su tropa en varias direcciones formando abanico, y así volaban a gran distancia a ras del Océano, trazando sobre él restos y sutiles surcos, hasta que el cansancio de la fuga los obligaba a sumergirse otra vez.
Los pajes abrieron una puerta inmediata que daba entrada á un amplio salón, en el que nuestros caballeros hallaron congregados á otros muchos nobles que como ellos esperaban audiencia. En el testero fronterizo á la puerta de entrada había otra guardada por dos hombres de armas. Abríase á intervalos para dar paso á un funcionario que nombraba en alta voz al noble designado por el príncipe.
La luz difusa del alba, daba un tono azulado a su tez morena; hacía brillar con reflejos de nácar la blancura de sus córneas y marcaba con huella profunda la sombra de sus ojeras. Por la parte de Jerez abríase el cielo con un desgarrón de luz violácea, que iba extendiéndose, y borrando en su seno las estrellas.
Palabra del Dia
Otros Mirando