United States or Poland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Bernardo con su rigor inoportuno, y con tu debilidad, no servís para el caso... Yo hubiera sido un gran padre... A los chicos es menester tratarles con familiaridad, darles expansión, hablarles como amigos... y cuando llega el momento de ponerse serios, se les echa un terno redondo y se les dice: ¡c... chico, no hay más remedio que hacer esto!... ¡y se hace! ¡vaya si se hace!

¿Estás enamorada, Dorotea? No lo . Esa contestación me asusta. Y ¿por qué? Cuando una mujer no ve claro en su corazón... Prueba que está ni dentro ni fuera. Te creo demasiado dentro. Puede ser. ¿Me hablarás la verdad si te pregunto? Nunca os he engañado, me servís de padre. Padre que ahora hace bien poco por ti. Vos habéis hecho cuanto podíais por .

Lo mismo pregunté á Uceda; pero pidiéndome perdón por no revelarme lo que yo quería saber, me dijo que sólo presentaría las tales pruebas al juez ó á los jueces que hiciesen el proceso. ¿Es decir, que el duque de Uceda supone?... Que no me servís bien.

Sin embargo, hacéis muy buenos negocios; debéis estar rico, Montiño; además de que la vianda de su majestad debe dejaros buenas ganancias, siempre me estáis pidiendo oficios. Y yo os agradezco á vuecencia... No hago más que pagaros vuestros servicios; sois inteligente y activo; y luego... vos me servís bien... es decir, servís bien á su majestad. Volvió á inclinarse Montiño.

La reina sabe con cuánto celo la servís, cuánto os interesáis por ella, os tiene en opinión de santo y se alegra siempre de veros. Podrá suceder que también veáis á su majestad el rey, porque lo único que puedo deciros es que ya el rey no encuentra dificultad alguna en pasar al cuarto de la reina; como que de cierto sobresalto recibido anoche anda enferma la duquesa de Gandía.

Es lo que nos queda de grande y noble, porque algo de noble y grande quede en España. Sirviendo al duque sirvo á Dios, porque sirvo á la justicia y al honor. O porque sirviéndole, os servís á vos mismo. ¿Qué habéis visto en Girón, que os haga creer que es más grande que Lerma? Que Girón es grande sin decirlo, y vos, llamándoos grande, sois pequeño.

¡Señora! Y sin duda, como servís en cuerpo y alma al duque de Lerma, le habréis avisado de que yo me habría perdido, y si no se ha revuelto mi cuarto es porque, menos ciega en vuestra segunda entrada, dísteis conmigo durmiendo. El duque de Lerma, sin embargo, puede haber tomado tales medidas que comprometan mi decoro, y todo por vuestra torpeza.

Así se triunfa de estas mujeres... ó á primera vista ó nunca. Me repugna... Sois mal galán de capa y espada... no servís para una comedia. Lo confieso. ¿No me habéis recibido por maestro? . Pues obedecedme. Bien quisiera, pero tengo el corazón lleno. ¡Alma de niño! ¡majadero incorregible! doña Clara Soldevilla es el corazón, esta mujer la cabeza. ¡Ah! ¿Me habéis comprendido?

Por eso os habéis amado en el punto en que os habéis visto; por eso Dios ha querido que sea inevitable vuestro casamiento. Pero mi padre... Vuestro padre ¡vive Dios! se dará por muy contento con que os caséis de tal modo, y tales andan las cosas, que más servís para envidiada que para envidiosa.

Ciertamente; sirviendo á Lerma, me servís, porque el duque es mi más leal vasallo. Lo podéis afirmar, señor... el duque de Lerma... La duquesa se encontraba en ascuas: lo que la sucedía era un verdadero compromiso, porque, al fin, el rey era el rey.