United States or Latvia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Villavieja es un poblachón negro y antiguo, sucio y desmantelado, con mucha gente desocupada, unos señores muy raros, unas señoritas muy cursis y otras muy estrafalarias. También hay personas muy apreciables; pero pocas.

¿Sabéis lo que se dice? dijo a esta última el poeta Polo, jugando con su guante amarillo y extendiendo la pierna para lucir un lindo calzado de charol . Se dice que nombran a Arias mayor de la plaza; pero lo creo un solemne puff. Cosas de lugarón, de poblachón, de villorro como es este repuso remilgadamente Eloísa . Rafael merece mejor.

La pequeña ciudad de Zug inspira muy pocas simpatías al viajero que se acerca á su puerto al traves del lago. Es un poblachon de poco mas de 3,300 habitantes, sin gracia ninguna y con un aire de vejez vulgar, de indolencia y tristeza, que no coincide en nada con lo que se espera de la capital de una república democrática.

Aunque Emma no podía dar a la semejanza que se le encontraba todo el valor que le atribuía la envidia de Marta, sintió el orgullo en la garganta, se vio cubierta de gloria, y pensó enseguida: «Parece mentira que en este poblachón de mi naturaleza se pueda gozar tanto como yo gozo en este momento, mirándome en los ojos de este hombre y oyendo estas cosas que me dicen».

En la época á que se remonta la relación de esta historia, tan verídica como extraordinaria, lo mismo que al presente, para los que no sabían apreciar los tesoros del arte que encierran sus muros, la ciudad de Toledo no era más que un poblachón destartalado, antiguo, ruinoso é insufrible.

« ardía aquello, pero sin faltar a las reglas del buen tono vetustense», decía el Marqués al Barón, que estaba ya como un tomate y cada vez más cerca de la jamona. La Marquesa tenía sueño, pero así y todo le gustaba la broma. Así debiera ser siempre le decía a Saturnino que estaba decidido a emborracharse para no desentonar. Este poblachón se va poniendo lo más soso. ¿Verdad, pollo?

Hoy la antigua capital de ese reino morisco no es en su gran masa sino un gran poblachon, fea, triste, casi solitaria y en muy notable decadencia respecto de su pasado.

Alguna duquesa confinada en oscuro pueblo, después de adornar los saraos de la corte, debe sentir por los señoritos del poblachón lo que la pitillera por Chinto. Enfadábale todo en él: la necia abertura de su boca, la pequeñez de sus ojos, lo sinuoso y desgarbado de su andar, su glotona manera de comer el caldo.

Será rico, será buen mozo, será conde, será todo lo que el general quiera, aunque yo sospecho, no por qué, que ha de ser un señorito andaluz, nacido y criado en un poblachón, ceceando mucho, echándola de gracioso, y más a propósito para brillar en las ferias, vestido de majo, y cautivar el corazón de las gitanas y de las chulas, que para mostrarse como conviene en los salones elegantes, inspirar amor verdadero y profundo a una señorita bien educada y hacerla luego dichosa.