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La elección que este personaje había hecho de la señora de Latour-Mesnil, puede sorprender a primera vista. Primeramente, era un acto de gran vanidad, y también un cálculo. Se hablaba en la alta sociedad de la señorita Latour-Mesnil como de una joven completa. Habituado a no rehusarse nada, y a ser el primero en todo, pareciole glorioso adornar su sombrero con aquella flor rara.

Voy de paso á encargar el brazalete que master Harvey te va á ofrecer. Mi hombre es galante, aunque pastor, y se permite gastar quinientas libras en adornar con perlas el brazo de Jenny Hawkins. Hasta la noche, pues. Atrajo á la cantante, le dió un beso fraternal en la frente y salió silenciosamente con su paso misterioso. Cuando desapareció, Lea se dejó caer desesperada en una butaca.

Desde sus torres, siendo mozo, miraba a lo lejos, soñando conquistar el mundo y adornar su frente con una corona. Aquí conoció a su mujer, y, bajo las frondas de estos árboles, arrullaba a su pequeña Elsa, que era el sol de su vida... , siento en las manos la humedad de tus lágrimas. Te lo ruego, no llores.

Dicen que en el mundo no hay edificio más bello que el Partenón, como que allí no están los adornos por el gusto de adornar, que es lo que hace la gente ignorante con sus casas y vestidos, sino que la hermosura viene de una especie de música que se siente y no se oye, porque el tamaño está calculado de manera que venga bien con el color, y no hay cosa que no sea precisa, ni adorno sino donde no pueda estorbar.

Se diría que estos poetas, alegres y desenfadados, dejan tranquilo en su cielo al Amor primordial y unigénito, y, si toman de él varias prendas, es para adornar á los Amorcillos terrestres, hijos de las ninfas, con los cuales no disuenan las libertades y la carencia de misterios.

Era frecuente encontrarla en la calle llevando y trayendo floreros y candelabros para adornar los altares, y en vísperas de las grandes fiestas no volvía á salir de la iglesia ni para comer, afanada como una hormiga en los preparativos de la solemnidad. Pero así gozaba después, extasiándose en la contemplación del churrigueresco hacinamiento de muselinas, flores de mano y papel dorado.

La fundadora, con aquella actividad vivaracha que en todo ponía, dictó a Severiana algunas disposiciones para la ceremonia que se preparaba. «Aquí pondrás la mesilla que está en la otra sala, y se hará el altar. Yo te mandaré un crucifijo, y buscaremos flores... La ropa de la cama hay que ponerla limpia, y adornar todo el cuarto lo mejor que se pueda...».

Y mientras tanto, su exterior señoril iba sufriendo una transformación, que no se escapaba a los ojos de Fernando. Transcurrían meses y meses sin que algo fresco viniera a adornar su belleza, ávida en otra época de costosas novedades. Al sucederse las estaciones reaparecían los mismos vestidos del año anterior, hábilmente retocados. Su guardarropa de París podía sacarla de apuros por mucho tiempo.

Los chicos pueden, sin imprevisión ni locura, derrochar unos cuantos miles de duros en la expedición y traer muchos primores de libros, muebles y objetos de arte para adornar su vivienda. Hemos aguardado dos semanas, para que sea el bautizo el día mismo del primer aniversario de la boda. El niño es un sol de bonito y muy robusto. Yo he sido el padrino, y le hemos dado mi nombre.

Sabido es que los atributos más delicados son también los que más pronto desaparecen; ni tiene la naturaleza por costumbre adornar las ruinas humanas con las flores de una nueva hermosura cuyas raíces yacen en las grietas y hendeduras de los escombros de donde sacan su sustento, como las que brotan en las arruinadas murallas de la fortaleza de Ticonderoga; y sin embargo, en lo que toca á gracia y belleza, había en él algo digno de atención.