United States or Qatar ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pues eso es precisamente lo que le seduce a Gayarre, y bien se le conoce cuando se queda tan abrazadito con ella al tiempo de caer el telón y suelta aquellas feroces carcajadas el artista mallorquín señor Uetam. En general, bien se puede decir que Goethe no ha amado ni pintado más que cursis.

Y no es solo contra los actores, sino también contra los autores este desprecio. Ignoran los usos y costumbres de la buena sociedad; cuando la describen se equivocan del modo más deplorable. En fin, todo son cursis. Lo que llaman en Francia alta comedia no es posible entre nosotros.

En efecto, eso creen todos los poetas cursis y todas las niñas opiladas... Pero usted es una persona formal y no puede pensar semejante disparate. Todo amor, por tierno y sublime que sea, tiene su raíz en el instinto natural de los sexos: no es más que ese instinto individualizado. ¿Ha visto usted alguna vez unirse un corazón de diez y ocho años con otro de ochenta para formar uno solo?

Ciertas vecinas querían llevarla a paseo, a una tertulia y a los teatros extraviados que ellas frecuentaban. La pobreza en Madrid tiene que ser o resignada o cursi. Aquellas vecinas eran cursis. Anita no podía sufrirlas; le daban asco ellas, su tertulia y sus teatros. Pronto la llamaron el comino orgulloso, la mona sabia.

Tenemos mundo, tenemos clases, tenemos distinguidos y cursis; horas de tono y horas vulgares; y si no se puede con ricas telas, imitamos con percalinas la forma y los colores del vestido que, según la revista de modas que reciben las Escribanas o las de Codillo, llevaba una gran señora parisiense en cierta recepción del Elíseo.

Villavieja es un poblachón negro y antiguo, sucio y desmantelado, con mucha gente desocupada, unos señores muy raros, unas señoritas muy cursis y otras muy estrafalarias. También hay personas muy apreciables; pero pocas.

Efectivamente, tengo esa desgracia. Lo mismo me pasa con las flores: la rosa y el clavel, las más cursilonas de la jardinería, son las que más me gustan. Pero no soy el único. Antes que yo el doctor Fausto fue decidido partidario de las cursis y por ellas vendió su alma al diablo.

Tenía el aire de una reina y miraba con desden á toda la sala como si dijese: «¡He llegado más tarde que todas vosotras, monton de cursis y provincianas, he llegado más tarde que vosotrasEn efecto personas hay que van á los teatros como los burros en una carrera: gana el que llega el último.

En mi sentir, tan perverso y tan insufrible es Baudelaire componiendo su letanía diabólica y otras lindezas de las Flores del Mal, como no pocos poetas, que andan por ahí presumiendo de religiosos y de moralistas, y que escriben, sin pizca de verdadero sentimiento, odas á Dios, á la virtud y á la vida monástica, ó narraciones y dramas de severa moralidad aparente, cuyos personajes no pueden menos de ser contrahechos, monstruosos, cursis, y como en la vida real no se estilan ni se estilaron nunca.

Para Marta y Körner, la inglesa, por extranjera, tenía algo de compatriota; por artista la consideraban más digna de respeto y atenciones que las cursis damas del pueblo, a pesar de todas sus pretensiones y preocupaciones seculares.