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Muy señor mío, muy señor mío respondió el anciano, inclinándose. He visto en mi vida pocas cosas tan estrafalarias como el señor de Anguita. Era alto, enjuto, rasurado, dejando solamente unas cortas patillas blancas; los ojos, grandes, apagados, vidriosos; la tez, pálida, y los dientes, largos y amarillos.

Con nosotros viene el estudioso y aventajado joven D. Evaristo Batlle, médico titular de la provincia; lleva poco tiempo en ella, y todavía no ha podido desterrar con su ciencia las ridículas y hasta estrafalarias prácticas de los mediquillos. El doctor nos acompaña como simple curioso, si bien, va animado de los mejores deseos humanitarios.

Junto a él estaba el llamado Teneyro, diputado también, cura de Algeciras, hombre con pretensiones y fama de gracioso, aunque más que a la agudeza de los conceptos, debía esta al ceceo con que hablaba; de cuerpo mezquino, de ideas estrafalarias, tan pronto demagogo furibundo, como absolutista rabioso; sin instrucción, sin principios ni más conocimientos que los del toque del órgano, cuyo arte medianamente poseía.

De aquí que el que imita lo moderno corre peligro de engañarse, deslumbrado por el aplauso vulgar y por el prestigio de la moda, y en vez de imitar exquisiteces y bellezas, imita estrafalarias novedades o insulsas tonterías.

La impresión de aquellas aventuras estrafalarias fue para ella como un filtro hechiceril. Ya no pensaba sino en bizarro y generoso caballero que viniese a libertarla y la llevase lejos, muy lejos, en la grupa del palafrén.

Y, sin embargo, ¡qué corrupción la de los tiempos que corren! como decían las benditas madres que me han educado. ¡Qué perversa condición tenemos las mujeres! ¿Quiere usted creer que a pesar de todo, me es usted muy simpático y me hace muchísima gracia? Lo que no apruebo, es que tenga usted tan estrafalarias ocurrencias.

Villavieja es un poblachón negro y antiguo, sucio y desmantelado, con mucha gente desocupada, unos señores muy raros, unas señoritas muy cursis y otras muy estrafalarias. También hay personas muy apreciables; pero pocas.