United States or Mongolia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y para decírtelo todo en una palabra: Fortunata, soy un santo. No es esto jactancia, es la verdad... ¿Crees que voy a hacer daño a tu hijo? ¡Hacer daño a una criatura! Eso no cabe en lo humano. Déjamele ver, y te diré algo que te aprovechará. Fortunata, al fin, sospechando que la contrariedad podía irritarle, permitiole ver al nene, sin acercarse mucho, y protegiéndole con sus manos.

Entre ella y el joven estaba el paso a nivel de la vía férrea, donde comenzaba a palpitar, lanzando mugidos, una bestia de hierro. Juanito viose detenido por la cadena que acababa de tender el guardavía. Este obstáculo pareció irritarle. Sintió otra vez dentro de aquel compañero misterioso que le había guiado en el salón de su casa al hacer los terribles descubrimientos.

Usted dispense, interrumpió Isagani ofendido de los argumentos que con él usaba el jurista; cuando por los medios legales un pueblo pide algo á un gobierno, es porque le supone bueno y dispuesto á concederle un bien, y este acto, en vez de irritarle, le debiera halagar: se pide á la madre, nunca á la madrastra.

Pero su cólera parecía menos violenta que en el día anterior, más razonada, como obra exclusiva de su voluntad; y esta blandura acabó por irritarle contra mismo. El otro era más instintivo en su rencor. Al mirar al príncipe veía al mismo tiempo la suave imagen de aquella gran dama, su protectora.

A una hermosura delicada, espiritual, resultado de una maravillosa combinación de encantos, unía un candor y una pureza de ángel; se había casado crecida, más que crecida, á los treinta años, veinticuatro de los cuales los había pasado en un convento, y era, sin embargo, una niña, y tenía en su mirada, en su sonrisa, en su expresión una fuerza imponderable de sentimiento; dormía bajo su inexperiencia, bajo su timidez, una alma vivamente impresionable, ardiente, apasionada, por lo dulce y por lo bello, pero sin aspiraciones, sin comprender su deseo, sin irritarle.

Despojó su esquilada cabeza del eterno sombrero de palma, fijando sus ojos rojizos en el capitán, que seguía escribiendo después de contestar á su saludo. «¿Qué significaba cierta orden que había recibido de prepararse para dejar el buque dentro de unas horas?...» Debía ser una burla de Tòni, excelente sujeto, pero enemigo de las cosas santas, que gustaba de irritarle á causa de su piedad...

Bastante había visto también las pinturas y objetos domésticos de las ciudades antiguas desenterradas. Las lubricidades del gabinete secreto acababan por irritarle. Le parecía un recreo de invertido contemplar tantas fantasías pueriles de la escultura y la pintura teniendo el falo como personaje principal...

Detrás de su voz quejumbrosa adivinó la resuelta voluntad de mantener á su lado á aquel joven que refrescaba sus sentimientos maternales y era á la vez un consuelo para el remordimiento que se había forjado. La consideración de su impotencia acabó por irritarle, haciéndole sentir un cruel deseo de molestar á aquella mujer. Haces mal, Alicia. El mundo ignora tu secreto.

Tienes razón, es muy doloroso perder una cosa que se ama. Montiño se calló, y Luisa, por no irritarle más, se calló también. Está delante Inesita dijo para Montiño , y no me atrevo... será necesario quedarme solo con ella. Y siguió paseándose en silencio durante ocho ó diez minutos. Su mujer y su hija no cantaban, pero cosían.

En efecto, la generala exploraba a todas horas el semblante de Miguel como el marino el del tiempo. Unas veces estaba pálido, otras fatigado, otras melancólico, otras excesivamente risueño; nunca dejaba de tener alguna cosa que le llamase la atención. Esta eterna y escrupulosa inspección le había halagado al principio, después le aburrió un poco, y últimamente había llegado a irritarle.