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El ánimo de Gloria y la confianza que mostraba en los recursos de su imaginación me la infundían a también y me tranquilizaban. Al día siguiente, no conociendo a más jurista en Sevilla que a Olóriz, que estaba en el último año de la carrera, le consulté sobre los requisitos del matrimonio.

Desde que el matrimonio había llegado, Olóriz, el estudiante de Derecho que con nosotros vivía, se acicalaba aún más el pelo y la barba, cosa que parecía ya punto menos que imposible, pues estos dos aditamentos capilares eran objeto de preferente atención y de asiduos cuidados para el jurista.

El segundo, un jurista muy aficionado a los estudios penales y que había publicado ya varias monografías referentes a ellos. Levantose el P. Gil al verlos. Ellos le saludaron cortésmente, aunque sin darle la mano. Bueno; ahí les dejo a ustedes con el pater dijo el llavero con grosería. Avisen ustedes cuando quieran salir. Y se fue.

Procuraron, lo mismo el médico que el jurista, hacerla cada vez más íntima y familiar, enterándose con interés de los pormenores de su vida cotidiana.

El distinguido jurista y un diputado de la cámara saltaron del carruaje y permanecieron junto a la portezuela dispuestos a ayudar a la deidad en su descenso, mientras que el coronel Estrella, de Siskyon, cargaba con su sombrilla y su saco de mano. Esta multiplicidad de galanterías produjo una confusión y retardo momentáneos.

El P. Gil se puso en cruz, mientras una mirada dulce y melancólica plegaba sus labios. Midieron el largo de los brazos. Después el de las manos. En este punto, médico y jurista tornaron a cambiar otra mirada de inteligencia.

Usted dispense, interrumpió Isagani ofendido de los argumentos que con él usaba el jurista; cuando por los medios legales un pueblo pide algo á un gobierno, es porque le supone bueno y dispuesto á concederle un bien, y este acto, en vez de irritarle, le debiera halagar: se pide á la madre, nunca á la madrastra.

Tomole la medida del cráneo en redondo, después la de la caja ósea que protege el encéfalo, la del ángulo facial, la del largo de la cara; midió la proyección facial y la parietal, los arcos zigomáticos y la mandíbula... Al llegar aquí, el médico y el jurista cambiaron una rápida mirada significativa. ¿Nos hace usted el favor de abrir los brazos?