United States or Qatar ? Vote for the TOP Country of the Week !


Monsiñor Profondo, á quien iba recomendado, era sugeto raro, y uno de los mas terribles sabios que en el mundo habia. Quísome instruir en las categorías de Aristóteles, y por poco me pone en la de sus gitones: de buena me libré. procesiones, exôrcismos, y no pocos robos. Decian, aunque contra toda verdad, que la siñora Olimpia, dama muy prudente, vendia ciertas cosas que no suelen venderse.

Ello ha de ser a media noche, en la propia habitación de doña Eulalia, a donde hemos de acudir, recatadamente y sin que doña Eulalia ni nadie se entere, el padre de ella, desarmado para evitar un funesto rapto de ira, vuestra reverencia con sus exorcismos y yo pertrechado de mi ciencia duendina. Tengo la más perfecta seguridad de que todo tendrá allí desenlace dichoso.

El otro bigardo posa familiarmente una mano sobre aquella cabeza de moro negro, que saca la lengua de sierpe al ser aplastada por las angélicas plantas, y sonríe con la malicia del tonsurado que sabe cómo todas las astucias del rebelde son juegos ante el poder de los exorcismos. Siempre con la misma sonrisa, le arranca un cuerno. DON FARRUQUI

Por última vez, capitán, levántate, o atacaré tu navío con un cierto fuego que el agua bendita y los exorcismos no podrán apagar, te lo juro. Los españoles sufrieron un instantáneo sobresalto, como si hubiesen recibido una conmoción eléctrica, pero nadie se levantó.

EL JEFE. ¿Y crees que no temo, como , la cólera de la Virgen al tocar unas mercancías que ¡por Santiago! huelen más a azufre que a cera? EL JEFE. ¡Cállate, impío! EL FILÓSOFO. Después de todo, no son los exorcismos del reverendo los que le quitarán el olor, si es que lo tienen; a que me den las mercancías endiabladas, si son más baratas, y yo hago mi negocio; porque soy de opinión...

Y lo que la ciencia divina no ha podido realizar en 18 siglos de ayunos, penitencias, excomuniones, autos de fe, procesiones, rogativas, peregrinaciones, exorcismos, misas y novenas: la disminución de la perversidad humana, que era su principal objetivo, la ciencia humana lo ha realizado en uno solo, haciendo adelantar más a la humanidad en los últimos cien años que en los cien mil años anteriores.

Vamos, Juanita, no seas mala ni digas disparates. No es tan fiero el león como lo pintan. Y si gustases un poquito de , y mi conversación te divirtiese en vez de fastidiarte, no tendrías tanto miedo de la maledicencia, ni de los furores de mi hija, ni de los exorcismos del cura. ¿Y de dónde saca usted que yo no guste de tener con usted un rato de palique?

En la noche y hora prefijadas, de concierto ya D. César con los dos reverendos, acudieron en misterioso silencio y de puntillas a la puerta de la habitación de doña Eulalia, armado fray Domingo del libro de los exorcismos y de un hisopo; armado fray Antonio de un turíbulo donde quemaba hierbas mágicas, esparciendo el humo; y armado D. César de paciencia, después de haberse comprometido solemnemente a no perderla y a no enfurecerse, ocurriera lo que ocurriera.

Otros, que no sabían de exorcismos, acudieron a tres o cuatro garrotes, con los cuales comenzaron a santiguarme los lomos; escocióme la burla, solté la vieja, y en tres saltos me puse en la calle y en pocos más salí de la villa, perseguido de una infinidad de muchachos, que iban a grandes voces diciendo: "¡Apártense, que rabia el perro sabio!"

EL FRAILE. ¡Miserable!... ¡renegado!... ¡descreído! EL GITANO. Además, usted hace un honrado comercio con esas buenas gentes, porque les vende un poco demasiado caro sus bendiciones y sus exorcismos, que, aquí entre nosotros, no hacen la seda más fina ni el acero más flexible. EL FRAILE. ¡Hijo de Satanás! ¡infame condenado!