Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 23 de mayo de 2025
Pero os traeré mi sillita con unos retazos de tela colorada y otros chiches para que pueda jugar con ellos. Se sentará y les hablará como si estuvieran vivos. ¡Ah! si no fuera un pecado querer ver los hijos de otro modo que como son que Dios los bendiga , hubiera deseado que uno de ellos fuera mujer; y decir que hubiera podido enseñarle a zurcir, a remendar, a tejer y muchas otras cosas.
Toma esta llave, entra en mi recámara, y abre el armario; en uno de sus tableros hay un cofre pequeño muy pesado, tráetelo. ¡Oh, y sin perder un minuto, traeré también á vuecencia equipaje! Bien, escucha: pon algunos trajes de corte; es posible que sin descansar me plante en París. ¿Y va á ir vuecencia solo? Enteramente solo; pero ve, mi buen Díaz, ve que estamos perdiendo el tiempo.
-Aún la cola falta por desollar -dijo Sancho-. Lo de hasta aquí son tortas y pan pintado; mas si vuestra merced quiere saber todo lo que hay acerca de las caloñas que le ponen, yo le traeré aquí luego al momento quien se las diga todas, sin que les falte una meaja; que anoche llegó el hijo de Bartolomé Carrasco, que viene de estudiar de Salamanca, hecho bachiller, y, yéndole yo a dar la bienvenida, me dijo que andaba ya en libros la historia de vuestra merced, con nombre del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha; y dice que me mientan a mí en ella con mi mesmo nombre de Sancho Panza, y a la señora Dulcinea del Toboso, con otras cosas que pasamos nosotros a solas, que me hice cruces de espantado cómo las pudo saber el historiador que las escribió.
Si os debe algo, o tenéis alguna cosa que negociar con él, yo os lo traeré y pondré donde vos más quisiéredes.
Carga tú, que eres bestia de carga. Yo iré donde está el arroyo, y lo traeré en brazos, y te llenaré los cubos, y tendrás tu agua. No, no dijo el gigante, que ya me dejaste el bosque sin árboles, y ahora me vas a dejar sin agua que beber. Enciende el fuego, que yo traeré el agua.
En todo reparó ella, demostrándolo con una sonrisa picaresca. «Se ríe usted de lo reguapo que me he puesto hoy, ¿verdad? Acostumbrada a verme hecho un cavador... Pues le diré: hoy se casa mi hermana con ese a quien llaman el distinguido pensador, Federico Ruiz. Voy a la boda, y esta noche le traeré a usted los dulces». Fortunata volvió a su tema: «Es preciso tomar una determinación.
Al ver que su cuñado quedaba acortado, se apresuró a decir: Mira, cuanto menos hablemos de esas cosas, y, si posible fuera, cuanto menos pensásemos, sería mejor... Ahora lo que importa es que tomes este caldo. Después te traeré unas croquetas y un lenguado... ¿quieres? No tengo apetito, Cecilia respondió haciendo esfuerzos por reprimir su emoción. Todo es empezar... Verás...
19 He aquí, en aquel tiempo yo apremiaré a todos tus opresores; y salvaré [a] la coja, y recogeré la descarriada; y los pondré por alabanza y por renombre en toda la tierra de su confusión. 20 En aquel tiempo [yo] os traeré, en aquel tiempo [yo] os congregaré; porque [yo] os daré por renombre y por alabanza entre todos los pueblos de la tierra, cuando tornaré vuestros cautivos delante de vuestros ojos, dice el SE
Va usted a sanar en seguida.... Esta tarde le traeré yo, con toda solemnidad, lo que usted necesita, pero antes es preciso que hablemos a solas un rato. Y después... después... recibirá usted el Pan del alma.... ¡El pan del cuerpo! gritó con supremo esfuerzo el moribundo, irritado cuando podía . ¡El pan del cuerpo es lo que yo necesito!... que así me salve Dios... ¡muero de hambre!
Fortunata, Fortunatita, abra usted los ojos, y no se nos muera así tan tontamente... Le traeré el Viático, si quiera la Santa Unción... ¡Eh!, hija, chica... Quia, no se entera... Esto está perdido.
Palabra del Dia
Otros Mirando