Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !


Juan, he sufrido mucho por causa tuya... he envejecido veinte años lo menos... Estoy débil y enferma... ten piedad de ... no me toques... no quiero volver a entrar en la casa de tu hermano manchada con una falta. Gertrudis ¿has venido aquí para torturarme?

Solamente me dirigió una frase, y ésta me escoció: Ten cuidado me dijo , porque aquí, en Cádiz, te van a tomar el pelo. Después de almorzar, don Matías y don Ciriaco se retiraron para hablar de negocios, y doña Hortensia y Dolorcitas quisieron enseñarme la casa. Esto halagaba su vanidad. La casa era enorme.

¡Abuela! ten piedad de supliqué con lágrimas en los ojos; déjame gozar de mi vigésimoquinto aniversario... No me obligues a pensar cosas tristes... No me hables de la muerte, y sobre todo de la tuya... Es, sin embargo, una ley de la Naturaleza siempre respetada y siempre obedecida respondió dulcemente la abuela.

Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de erutar delante de nadie. -Eso de erutar no entiendo -dijo Sancho.

No te digo que beses la mano á los curas, que tienes el olfato delicado como tu padre que no podía comer el queso de Europa... pero tenemos que sufrir, callarnos, decir á todo ... ¿Qué vamos á hacer? Los frailes tienen todo; si ellos no quieren, ninguno saldrá abogado ni médico... Ten paciencia, hijo mío, ¡ten paciencia! Si la he tenido mucha, madre; ¡por meses y meses he sufrido!

27 Y pasando Jesús de allí, le siguieron dos ciegos, dando voces y diciendo: Ten misericordia de nosotros, Hijo de David. Ellos dicen: , Señor. 29 Entonces tocó los ojos de ellos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. 30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. 31 Mas ellos salidos, divulgaron su fama por toda aquella tierra.

Ten siempre dispuesta tu casa y esté a todo huésped abierta, que acaso la sombra que pasa es sombra de tu madre muerta. No cierres tu puerta. ¿No sabes que cruzan el largo camino mil sombras, mil vidas, mil aves que apenas si saben cuál es su destino?

Cállate, y déjame oír... ¿Qué notas?... ¿qué? Pero ten paciencia. Aguarda... Pues esto está muy malo. Hay aquí dentro un zipizape de mil demonios. ¿Qué clase de ruido sientes? La sístole es demasiado fuerte y... Algo de eso. El empuje de la corriente sanguínea... ; pero prevalece un síntoma muy perro, un síntoma... ¿Cuál es?, dímelo. ¿Cómo se llama? Amor. ¡Vaya! Llamaré otro médico.

Puede que le haya aliviado el dolor por la noche y saliese a esparcirse un poco. Y entonces, ¿por qué no ha venido hoy? Porque le habrá vuelto otra vez. No lo creas, mamá... Ten la seguridad de que Gonzalo no quiere a Cecilia. ¿Sabes lo que estás diciendo, necia? Hazme el favor de callarte, antes que me enfade. Me callaré; pero las pruebas de cariño que está dando no son grandes.

No lo niegues; adivino tu pensamiento a pesar de los velos que le disfrazan... Pero ten en cuenta que conoce la insuficiente medianía de mis recursos actuales y lo incierto de mis lejanas esperanzas, que se reducen a una cátedra en el Colegio de Francia cuando Marignol tenga a bien dejarme la suya.