Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 9 de junio de 2025


El tono de Kernok ya no era duro e impetuoso, sino solamente brusco; de modo que Zeli, viendo que la calma había sucedido a la agitación de su capitán, no pudo por menos que pronunciar un pero... ¿Vas a comenzar con tus peros y tus síes? Ten cuidado... ¡o te arrojo la bocina a la cabeza! exclamó Kernok con voz de trueno y avanzando hacia Zeli.

Pero ya mi mujer se cansó del pescado, y quiere ahora sopa y un trozo de tocino. Pues tendrá lo que quiere tu mujer respondió el camarón. Al sentarte esta noche a la mesa, dale tres golpes con el dedo meñique, y di a cada golpe: «¡Sopa, aparece: aparece, tocino!»Y verás que aparecen. Pero ten cuidado, leñador, que si tu mujer empieza a pedir, no va a acabar nunca.

35 Y aconteció que acercándose él a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando; 36 el cual cuando oyó la multitud que pasaba, preguntó qué era aquello. 37 Y le dijeron que pasaba Jesus Nazareno. 38 Entonces dio voces, diciendo: Jesus, Hijo de David, ten misericordia de .

Aplazaba, pues, su contestación para cuando ambos adquiriesen mejor ese conocimiento y ella tuviera esa seguridad... Pero con su mirada húmeda, agregaba bien claro: «Esto es pour la galerie... Ten un poco de paciencia, Vázquez, que no te haré esperar mucho. ¡De mi afecto, bien segura estoy

Juan, espera un poco, ten paciencia, que no tardará mucho, espera a que el Señor me llame a , espera a que vaya a reunirme allí con tu padre y tu madre... No te vayas, Juan, no te vayas. Si vos me queréis, yo también os quiero... y bien lo sabéis vos... , lo . Conservo por vos el mismo cariño que tenía cuando era niño, cuando me recogisteis y me educasteis.

De pronto, ella, casi gritando, dijo: ¡Ten cuidado, monín! Hasta entonces no había notado don Juan que a pocos pasos delante de la dama marchaba un pequeñuelo, de dos años a lo más, y una muchacha vestida a lo niñera, cuyas ropas mostraban estar sirviendo en casa rica.

13 Los discípulos entonces entendieron, que les habló de Juan el Bautista. 14 Cuando ellos llegaron a la multitud, vino a él un hombre hincándose de rodillas, 15 Y diciendo: Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático, y padece malamente; porque muchas veces cae en el fuego, y muchas en el agua. 16 Y lo he presentado a tus discípulos, y no le han podido sanar.

¿Y no se te ha ocurrido preguntártelo a ti mismo hasta que has vuelto a verme? ¡Responde! ¿Y por qué has de ser y no yo quien interrogue? ¿Porque eres hombre? Ten calma. No puedo, la tendré cuando hayas vuelto a mi poder. ¡Ah! Me quieres ahora porque no puedo ser tuya. Más de lo que te figuras. Estoy dispuesto a todo. Y yo a nada. ¡Parece mentira que se te hayan olvidado ciertas cosas!

Entre tanto, quede yo en tu memoria tan gentil y enamorada, como en la mía quedas, y ten por cierto que nunca dejará de amarte tu Teletusa». Leída esta carta, Tiburcio entregó a Morsamor otra que donna Olimpia había dejado escrita para él.

Mira, Cipión, ten por cierto y averiguado, como yo lo tengo, que al desdichado las desdichas le buscan y le hallan, aunque se esconda en los últimos rincones de la tierra.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando