Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 25 de junio de 2025


Yo le he hecho creer a mi mamá que entre y yo ganamos aquella célebre batalla. ¿Y Santorcaz? En Madrid sigue de comisario de policía. Nadie le puede ver; pero él se ríe de todos y cumple con su obligación. Con que juguemos. Yo voy al caballo.

No replicó Santorcaz ; yo he vuelto a España para un asunto de intereses, y dentro de unos días partiré para Andalucía. Cuando arregle mi negocio, me volveré a Francia.

Para disimularse levantó fingiendo buscar algo, dió media vuelta, sentóse de nuevo, después se puso la mano sobre los ojos, y finalmente, rompió una flor de trapo que tenía entre sus manos. ¿Qué estabas diciendo, que no te ...? Que el Sr. de Santorcaz...

Nada entendíamos; pero Santorcaz, o por petulancia o porque realmente había penetrado la intención de Reding, nos dijo: Nuestro General sabe lo que se hace, y es hombre que conoce la filosofía de las marchas.

Santorcaz se llegó a mi, y mostrándome algún interés, me dijo: ¡Pobrecito! ¡Conque te fusilaron! El Gran Duque de Berg es hombre terrible y sabe sentar la mano. Dicen que mataste mas de veinte franceses. Ya me contarás tus hazañas, picarón. Y di, ¿tienes ánimos de volver a hacer de las tuyas? Me parece que no..., porque habrás visto que esa gente gasta unas bromas un poco pesadas.

¿Y qué esperaba el Marqués en Villanueva de la Reina? preguntó Santorcaz con aquella suficiencia estratégica que le hiciera tan digno de admiración a los ojos del joven D. Diego. Allí se estaba tan quieto repuso Marijuán . Parece que está de acuerdo con nuestro General para operar en combinación y atacar juntos a Bailén.

Mientras aguardábamos la salida, nuestras lenguas no estaban ociosas, y, aunque Marijuán me entretenía por un lado con sus donaires y chuscadas, por el otro era de tanto interés un diálogo entablado entre Santorcaz y D. Diego, que a las palabras de éstos dirigí toda mi atención. No puedo menos de copiarlo íntegro y tal cual lo , por si mis lectores quieren meditar un poco sobre el mismo tema.

Marijuán y yo volvimos a mirarnos y nos volvimos a reír, lo cual, advertido por Santorcaz, fué causa de que éste nos sacudiera un par de latigazos que, a ser repetidos, nos habrían obligado a defendernos, haciendo allí mismo un segundo Austerlitz. Más bien estábamos para burlas que para veras, y Marijuán especialmente no dejaba pasar coyuntura en que pudiera zaherir a nuestro compañero.

Eso mismo digo yo indicó D.ª Gregoria . Bien saben todos que no eres ningún rana, y que has escupido en corro con guardias de Corps y valonas, y con generales de aquellos que había antes, tan valientes, que sólo con mirar al enemigo le hacían correr. Y no se trate prosiguió el Gran Capitán de embobarnos con cuentos de brujas como los que desembucha el Sr. de Santorcaz.

¡Oh! ¿Y no se le ocurrió a usted la contestación a tan atrevido y antipatriótico aserto? preguntó con énfasis el diplomático. Yo le dije que aquí pensábamos arreglar todas esas cosas, y quitar la Santa Inquisición, y los diezmos, y los mayorazgos, como me decía el Sr. de Santorcaz. Doña María aferró sus manos a los brazos de la silla como si quisiera estrujar la madera entre sus dedos.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando