Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 18 de mayo de 2025
Los unos tenían una cruz, los otros un garabato, los de más allá una llamada, y los menos, las frases no paga, pagará, va pagando, ya pagó. ¿Qué significaban pues el garabato y la cruz? Misterio insondable. En una misma página se mezclaban gastos e ingresos: aquí aparecía Fulano como deudor insolvente, y dos renglones más abajo, como acreedor por jornales.
Las letras se pongan sobre dos personas, las que mas confianza tengais, y cada una in solidum digan que pagará tantos cruzados de oro en oro, ó tantos escudos de oro en oro, porque puesto que digan que pagarán tantos cruzados, son de moneda, que no vale cada uno mas que 336 maravedís; y él y los escudos tienen 320, y el cruzado de oro en oro vale 368 maravedís.
A esto no llegó ni podía llegar la de Jáuregui, porque tenía ciertas delicadezas de índole y de educación que se sobreponían a sus enconos de usurera. Pero sí fueron juntas alguna vez a la casa de una infeliz viuda que les debía dinero, y después de apremiarla inútilmente para que les pagara, echaron miradas codiciosas hacia los muebles.
Ahora apóyese V. bien en mí y vamos a ver si hallamos un coche. ¿Pero dónde me lleva V.? A ningún sitio malo ¿tiene V. miedo? ¡Ah! no: el corazón me dice que es V. una persona caritativa. Vamos andando... a ver si llegamos pronto a casa para que V. se seque y tome algo caliente. Dios se lo pagará a V. caballero... la Virgen se lo pagará... Creí que iba a morirme en ese sitio.
-Ya llegan cerca -respondió el todo camuza-, sino que yo me he adelantado, a saber si hay posada. -Al mismo duque de Alba se la quitara para dársela al señor mase Pedro -respondió el ventero-; llegue el mono y el retablo, que gente hay esta noche en la venta que pagará el verle y las habilidades del mono.
Sólo cuando Ramiro advirtió, cierta mañana, que de todo el dinero que le pagara un morisco por las joyas y el rocín, quedábanle únicamente en la escarcela tres escudos de oro y algunos reales de plata, comenzó a barruntar los momentos de angustia que podían sobrevenir. ¿Qué hacer?
Por dicho de eso, yo tampoco, Ogenio; y si das los veintiocho, tuya es la pareja. Grandes murmullos en el grupo; anímase el tío Juan, y exclama, imponiendo silencio á los circunstantes: Ni los veintisiete ni los veintiocho, que han de ser los veintisiete y medio, y se pagará la robla además. Corriente dice Ogenio.
¡Oh, qué bueno es usted! dijo la joven besando a su padre con cariño. Sí, sí...; tú me acaricias dijo Hullin riendo porque hago todo lo que quieres... Pero ¿quién me pagará la madera y el trabajo?... No será ciertamente Yégof... Luisa besó otra vez a Hullin, el cual, mirándola con ternura, murmuró: Esta moneda bien vale aquella otra.
EL GITANO. Nunca me perdonaría el hacer esperar a su señoría. Adiós, amigo mío. EL SACERDOTE. Aun no le dejo. BLASILLO. Adiós, comandante; usted será vengado, pero de una manera terrible; todo ese populacho pagará lo que hace. Ahora, muera usted; porque yo puedo presenciar su muerte sin palidecer. JUANA. .¡Virgen Santa! ¡sabes que ese joven de los ojos ardientes ha hablado al gitano!
La obra consta de dos tomos, con curiosas observaciones al final del primero; notas muy interesantes, y distintos apéndices al final del segundo, sobre los actores y actrices de la época. «Si hubiere quien tenga á lengua Como á mano algún aplauso, Un vítor ú otra moneda, En ésta ú otra ocasión Se lo pagará el poeta.» Cervantes, Persiles y Sigismundo, lib.
Palabra del Dia
Otros Mirando