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Actualizado: 18 de mayo de 2025
Finalmente, después de dadas muchas voces, al cabo carga un porquerón con el viejo alfamar de la vieja; aunque no iba muy cargado. Allá van todos cinco dando voces. No sé en qué paró. Creo yo que el pecador alfamar pagara por todos, y bien se empleaba, pues el tiempo que había de reposar y descansar de los trabajos pasados, se andaba alquilando.
¿Qué recado nos trae? gritaron al inspector las sublevadas. Oíganme ustedes. Cuartos, cuartos, y no tanta parolería. Tengo chiquillos que aguardan que les compre mollete... ¿oyusté?, y no puedo perder el tiempo. Se pagará... hoy mismo... un mes de los que se adeudan.
Esos perros de ingleses no podrán decir que somos avaros exclamó uno ; porque esa metralla les pagará con creces el cirujano que les cura. Ya se ve que combatimos con una dama. ¡Voto a tal! ¡cuánta galantería! ¡balas de plata!... dijo otro. Yo no pediría más que una carga como esa para divertirme en Saint-Pol añadió un tercero.
Á ver las cuerdas, Pedro, y que lo ates de pies y manos de manera que no vuelva á escurrirse. Le ha llegado la hora y ¡por San Jorge! que de esta vez las pagará todas juntas. ¿Quién sois, joven? preguntó á Roger. Un amanuense de la abadía de Belmonte, señor. ¿Tenéis carta ó papel que lo acredite? ¿No seréis uno de tantos pordioseros como infestan estos caminos?
Que se le quite a usted eso de la cabeza, señor Rocchio; los negocios de mi hijo no son de mi incumbencia; Jacinto no necesita de la bolsa de su padre para sostener su crédito. El le pagará a usted... cuando le sea posible. Con estos terremotos, ¿quién no tambalea?
En ti reposa la alabanza, oh Dios, en Sión; y a ti se pagará el voto. 5 Con tremendas cosas, nos oirás en justicia, oh Dios de nuestra salud, esperanza de todos los fines de la tierra, y las lejuras del mar. 7 El que amansa el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, y el alboroto de los gentiles.
Bueno, ya veré si encuentro algo le dijo Dorronsoro ; vuelva usted mañana. Volvió al día siguiente el señorito y preguntó: ¿Qué, ha encontrado usted algo? Sí, ya comprendo que no puede usted salir al monte; de manera que entrará usted en las oficinas... y pagará usted tres pesetas al día. Celebraron Martín y Bautista la decisión de Dorronsoro.
Y como de los que vienen, la mitad mueren de borrachera... El mismo Murat está padeciendo unos cólicos, que se lo llevarán al otro mundo. ¡Quía!, si lo que tiene es una enfermedad vergonzosa. Así pagará las que ha hecho. ¿Pues qué puede ser eso sino castigo de Dios por su barbarie y crueldad? No es eso, señora; es que, según dicen, es aficionado a la bebida.
En efeto: él me paró tal, que hasta ahora he estado curándome en un hospital del mal que el mal villano entonces me hizo. De todo lo cual tiene vuestra merced la culpa, porque si se fuera su camino adelante y no viniera donde no le llamaban, ni se entremetiera en negocios ajenos, mi amo se contentara con darme una o dos docenas de azotes, y luego me soltara y pagara cuanto me debía.
Y fundidos en uno nuestros séres, sin idea del tiempo ni el espacio, sin que tanto placer y dicha tanta pagára ningun hombre con su llanto, secreto como el génesis del mundo, grande, amada mujer, como el espacio, creamos un momento de ventura de nuestra vida en el trascurso amargo. Momento que era un mundo... ¡cuán distinto del mundo miserable que habitamos!
Palabra del Dia
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