Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 17 de junio de 2025
«Sin tempestad, y sólo con el balance, soplando el viento directamente por la popa, una ola de través produce tan fuerte sacudida, que la campana del buque toca por sí sola, y si durase el balance con sus falsos movimientos, la embarcación sufriría averías y aun se iría á pique. «En los ácoros del banco de las Agujas añade d'Urville, las olas llegaban á la altura de ochenta y hasta cien pies.
Dió un suspiro y murmuró: «Vamos». Y siguió adelante, rozando con su cintura el pretil del paredón. Al llegar a cierto paraje, una ola más fuerte que las demás le bañó enteramente con su espuma. Aquel inopinado baño le produjo grata impresión, le refrescó la piel. Estuvo esperando en el mismo sitio un rato, por ver si llegaba otra con igual fuerza, pero no vino. Y emprendió de nuevo la marcha.
Mañana vendré á la misma hora... ¿Habrá que pedir nuevo permiso? Es indispensable, aunque ya es usted conocido ¿Y usted me acompañará? Seguramente. Llegaron al muelle donde los remeros dormían en la lancha, expuestos al sol y mecidos por la ola ligera que iba á morir al pie de la escalera.
Las espumas, al romperse contra la proa, brillaban como fragmentos de globos eléctricos agonizantes. Cuando la tranquilidad era absoluta y el buque se mantenía inmóvil, con las velas caídas, pasando lentamente las estrellas de un lado á otro de sus mástiles, las delicadas medusas, que la más leve ola puede desgarrar, subían á la superficie, flotando entre dos aguas en torno de la isla de madera.
Maximiliano empezó a inmutarse... La máscara fría y estoica parecía deshacerse como la cera al calor, y sus ojos revelaban emoción que por instantes crecía, como una ola que avanza engrosando. «Di si quieres... repetía la diabla con exaltación delirante . Déjate de santidades y reconciliémonos y querámonos... Tú no lo has catado nunca.
¿Qué es eso? se apresuraron a preguntarle su madre, su novia y las personas que se le acercaron corriendo . ¿Qué te pasa? ¿Te sientes indispuesto? Sí, me siento mal. Y al levantar la cabeza dejó ver un rostro tan pálido que su madre dio un paso atrás, aterrada. Sí, me siento mal, ¡muy mal! Apenas había pronunciado estas palabras una ola de sangre se escapó de su boca.
En una de sus páginas tropezaron mis ojos con estas líneas: «La enfermedad es como citación y último emplazamiento que Dios hace a fin de que entremos en razón con El». Una como ola de religiosidad ganó mi espíritu, abatiendo en él cuanto existe de frivolidad, de aturdimiento, de ilusiones superficiales, y dándole un sentido abismático, una tristeza reflexiva abrumadora.
Los pescadores veían al amanecer cadáveres que volteaban en la playa, donde el agua muere sobre la arena, descansando unos segundos en el suelo húmedo, para ser arrebatados á continuación por una ola más fuerte. Al fin, incrustaban sus espaldas en la tierra, manteniéndose inmóviles, mientras huían de sus ropas y sus carnes enjambres de peces pequeños volviendo al mar en busca de nuevo pasto.
Esperó algunos instantes para ver si el abismo devolvería algo, pero la ola volvió á cerrarse tan misteriosa como antes, sin aumentar en un pliegue más su rizada superficie, como si en la inmensidad del mar solo hubiese caido un pequeño pedruzco.
Por fin, se incorporó; y la empapada cabellera estirose fuera del agua, rígida, pesada, rumorosa, al modo de las algas, cuando la ola desciende.
Palabra del Dia
Otros Mirando