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Actualizado: 15 de junio de 2025


¿Qué tiene? pregunté avanzando muy serio, con el objeto de no espantarla y obligarla a detenerse. No ... Cosas de mujeres cuando nos hacemos viejas, ¿sabe usted? respondió con desenfado. Pues dígale que si necesita mis servicios, tendré mucho gusto en prestárselos. Soy médico. ¡Ah! ¿Es usted médico? Pues ya tiene obra en que poner las manos.

El abuso de la descripción en las obras literarias significa una intrusión de la pintura en los dominios de la poesía. Nadie ignora lo nocivo que es para las artes estas intrusiones de unas en otras. Por violentar la escultura y obligarla á expresar lo mismo que la pintura, se la ha desnaturalizado en los tiempos modernos.

¿Por qué estaba tan alegre esa muchacha?... repitió la señorita Guichard pensativa. Pasó la velada jugando al bezigue con Bobart y soñó por la noche que Roussel había entrado á viva fuerza en el castillo, con la cara embadurnada de negro, como los antiguos bandidos, y la había puesto un puñal en la garganta para obligarla á decir dónde había ocultado á su sobrina.

Estas palabras llegaron con la velocidad del relámpago á oidos del Católico D. Fernando, asi es que al siguiente año de 1510, cuando pasaba para las Córtes de Monzon, hizo por visitarla, y cerciorado de todo lo que ocurria reunió un consejo de los grandes para deliberar sobre el método que se debia observar en adelante con su hija, porque sabia que la presencia de D. Luis Ferrer la martirizaba; del consejo salió, que despues de haberla provisto de todo lo necesario de aseo, ropas y alimentos, se eligiesen doce señoras para que cuidasen continuamente de ella, y cada una se quedara una noche en vela para obligarla á vestirse, desnudarse y mudarse de camisa, aun en contra de su voluntad.

Creo que he obrado de ligero, y que mi tío recela más de lo justo... murmuró la abadesa . Y dice bien ella... si se amaran, ¿á qué habían de haber venido aquí? Lo más que puede suceder es que Quevedo ame á mi prima y quiera obligarla mostrándose amigo de mi tío; pero el padre José me ha revelado cosas que están muy en relación con lo que me ha revelado Quevedo.

Luego, después de un silencio, añadió: Basta por hoy, yo no podría seguir tocando después de semejante emoción. Además es tarde; le pido permiso para despedirlo, Huberto. Había abierto la puerta del otro salón, y mostrando a su madre dormida cerca de la chimenea: Miren a la pobre mamá, no quiero obligarla a quedarse más tiempo aquí. Voy a conducirlo agregó, viendo que el joven la seguía obediente.

Exigía este régimen mucha constancia y, sobre todo, una persona que, continuamente al lado de la rebelde enferma, no descuidase ni un segundo el obligarla a seguir las prescripciones del facultativo. Ni Miranda ni Perico servían para el caso.

Una vez que podéis miraros en una mesa como en un espejo, no hay nada más que hacer; pero en una lechería siempre hay alguna ocupación nueva, y además, hasta en el rigor del invierno se siente cierto placer en vencer a la mantequilla y obligarla a formarse, quieras que no.

No llore usted así, Magdalena, hija mía... Su abuela de usted no piensa obligarla al matrimonio. No, señora respondí entre dos sollozos, pero todas ustedes me encuentran poco razonable y novelesca porque no puedo decidirme a casarme con un hombre a quien no conozco. Es ese juicio lo que me hace daño, mucho daño en el corazón...

Si fuese posible acantonar definitivamente los productos por provincias, dejando, por ejemplo, á la industria de los altos llanos de Bolivia, en los departamentos de La-Paz, de Oruro y de Potosí la fabricacion de los tejidos de lana y la cria de ganado lanar; á las provincias de Chiquitos y de Moxos los tejidos de algodon; á las provincias de Yungas y de Muñecas el cultivo de la coca; á los valles templados de Sicasica, de Apupaya, de Cochabamba y de Chuquisaca la siembra del trigo, el fomento de los gusanos de la seda y la plantacion de viñas; á Santa-Cruz de la Sierra, á Moxos y á Chiquitos la cría de toda especie de ganados y el cultivo de la caña de azúcar; finalmente, á Caupolican la cascarilla y los cacahuales, se obligarla, por decirlo así, á sus respectivos habitantes á un tráfico interior, ó comercio mutuo de esportacion, que haria cundir por todas partes, al mismo tiempo que la riqueza, los gérmenes fecundos de la civilizacion.

Palabra del Dia

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