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Actualizado: 17 de mayo de 2025
Los naranjos, cubiertos desde el tronco a la cima de blancas florecillas con la nitidez del marfil, parecían árboles de cristal hilado: recordaban a Rafael esos fantásticos paisajes nevados que tiemblan en la esfera de los pisapapeles.
Parece que brotan de una copa de cristal de fondo azulado por la sombra. Otras flores de mayor sensibilidad no se atreven á entrar en inmediato contacto con la nieve, y cuidan de rodearse de muelle funda musgosa. Así hace la clavellina roja de los vértices nevados, y semeja un rubí colocado en almohadón de terciopelo en medio de un lecho de blanco plumón.
Se ha dicho siempre que los hombres se revelan comiendo y jugando; y en verdad que nada es mas propio para juzgar á las razas europeas, en su conjunto, que uno de esos banquetes ó comidas de table d'hôte que ofrecen los grandes hoteles, sobre todo en Interlaken, á orillas del Aar, en medio de dos preciosos lagos y ante la majestad de las montañas y los nevados del Oberland.
En el fondo del abismo bramaba el torrente, sacudiendo su parda y espumante melena, colérico y oprimido, contra cada peñasco que le cerraba el paso para procurarle una caída. Y arriba ... un cielo maravillosamente bello, como un lago Leman suspendido en la atmósfera, coronando y arropando las cúpulas de los nevados, que nos parecian los tronos resplandecientes y severos del genio de la Suiza....
La hoya del Agua-Negra, riachuelo atormentado que mas abajo reune sus aguas á las del Trient, se abre allí con toda su salvaje hermosura de paisajes, encerrada entre la serranía del Brevent, que va á terminar en Balme, y la que, arrancando en ella del nevado de las Agujas-Rojas, se dirige hácia el norte para terminar en el valle del Ródano, presentando en su curso los bellos nevados del Buet y del grupo de montañas llamado Diente ó Muela-del-Mediodía.
Suponed ese archipiélago de mil formas en contraste, rodeado, cortado por laberintos de mil direcciones y por innumerables lagos azules y dormidos; mil cascadas caprichosas que se precipitan sobre los valles de lo alto de rocas tajadas y estupendas, en brillantes remolinos entre cuyas espumas vagan las gasas tornasoladas del arco íris; rios saltadores ó de pérfida mansedumbre, de color gris al pié de los nevados y de un azul trasparente en las regiones bajas; bancos inmensos de hielo, ondulosos y resplandecientes de blancura, que parecen mares mediterráneos de cristal trepados sobre las montañas en momentos de grandes cataclismos, donde imperan el silencio, la soledad y la tristeza; vastas alfombras de verdura, frescas y matizadas de mil flores y tintas diversas, y en derredor barreras colosales de granito y caliza, en cuyas cimas se cierne el águila imperial ó saltan el ciervo de enorme cornamenta y el gamo fugitivo por encima de los abismos; barreras que encierran tantas hermosuras, escondiéndolas á la vista del viajero que no penetra hasta el fondo mismo del laberinto.
Diga usted sencillamente que es una víctima de esta noche peligrosa; yo también lo soy. Y abarcaba con sus ojos de un brillo lacrimoso, la plazoleta blanca por la luna; los nevados naranjos y los rosales y palmeras que parecían negros, destacándose sobre el espacio azul, en el que vibraban los astros como granos de luminosa arena.
Si el tránsito por las calles interiores dé la ciudad es desigual y desapacible, á causa, de las subidas y bajadas, la tristeza de las callejuelas tortuosas y el aspecto poco agradable de la generalidad de los edificios, muy al contrario, el espectáculo que se domina desde los puntos culminantes de las colinas es encantador, sea que se abarque con la vista la extension del lago y de las montañas que lo rodean, coronadas á lo léjos de nevados, sea que se torne la mirada en derredor de la ciudad misma, por su risueño término, ó en direccion á los graciosos montes del Jorat.
No hay dos valles, dos alti-planicies, colinas, montañas, picos colosales, gargantas, páramos, desfiladeros, rios, lagos ó nevados que se parezcan totalmente entre sí, entre innumerables formaciones análogas.
Y encima de esas cabezas desnudas y esas moles de formas sorprendentes sin estratificación ninguna visible, descuellan perpendicularmente á lo lejos, como lámparas de plata y diamante pendientes del cielo, los altísimos lomos y las cúpulas entrecortadas de los nevados de la Sierra. Aquello es de una hermosura suprema, que convida al artista á la contemplación y desafía toda descripción....
Palabra del Dia
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