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Actualizado: 4 de mayo de 2025
...y cuando venga la familia podrá ganar un sueldito ayudando en la casa. ¡Bueno, que si Anastasio no bebiera!... porque todo es la bebida, señor... La bebida o lo que sea... usted no debe dejarse maltratar. Si hasta ha querido llegar a matarme... dijo Ramona derramando algunas lágrimas. Ya ve, pues, no, es preciso que usted abandone a este hombre que, al fin y al cabo, ¿qué le da?...
Doña Blanca se incorporó en la cama; miró con ojos extraviados á Lucía y á Clara y al fraile, y habló de esta manera: ¡Vete, Valentín! ¿Por qué quieres matarme con tu presencia? Mátame con un puñal... con una pistola.
Guárdate de la mía, Simón hermano, que hace meses no he tenido ocasión de esgrimirla una sola vez y necesito esta escaramuza para ejercitar la muñeca. ¡Á ello! ¿Pero qué espíritu sanguinario os anima? ¡No lo consentiré y antes tendréis que matarme! gritó Roger poniéndose delante del arquero.
AZUCENA. Sí; desde esta mañana he sentido que me abandonaban las fuerzas, que mis miembros se torcían; un velo de sangre ha ofuscado más de una vez mis ojos, y un zumbido espantoso ha resonado continuamente en mis oídos... se me figuraba que oía el llamamiento a la eternidad... ¡La eternidad! Y ya voy a salir de esta vida con el alma emponzoñada... MANRIQUE. Por favor. AZUCENA. Y van a matarme...
Había llegado a dar más importancia al tesoro que a su vida. ¿Quieres que te diga dónde está el tesoro, para quedarte con él y luego matarme? solía decir por la noche . No, hijo mío, no. Nosotros, Smiles y yo, le decíamos que se entendiera con Ryp; yo, por mi parte, estaba deseando salir de allí, aunque fuera con las manos vacías. Allen no quería.
Tenemos que libertar al Rey, o intentarlo cuando menos, y pronto. Si esta comedia, por usted preparada, continúa una semana más, va usted a hallarse con otro problema entre manos, y de los más difíciles. ¿Cree usted poder resolverlo? Sí lo creo. Pero si llegara usted a hacer lo que amenaza, tendría que habérselas conmigo y que matarme. Con usted y con veinte más. ¿Qué significaría eso para mí?
-Desa manera -dijo Sancho, sin dejar de mascar apriesa- no aprobará vuestra merced aquel refrán que dicen: "muera Marta, y muera harta". Yo, a lo menos, no pienso matarme a mí mismo; antes pienso hacer como el zapatero, que tira el cuero con los dientes hasta que le hace llegar donde él quiere; yo tiraré mi vida comiendo hasta que llegue al fin que le tiene determinado el cielo; y sepa, señor, que no hay mayor locura que la que toca en querer desesperarse como vuestra merced, y créame, y después de comido, échese a dormir un poco sobre los colchones verdes destas yerbas, y verá como cuando despierte se halla algo más aliviado.
Escribióme el duque, mi señor, el otro día, dándome aviso que habían entrado en esta ínsula ciertas espías para matarme, y hasta agora yo no he descubierto otra que un cierto doctor que está en este lugar asalariado para matar a cuantos gobernadores aquí vinieren: llámase el doctor Pedro Recio, y es natural de Tirteafuera: ¡porque vea vuesa merced qué nombre para no temer que he de morir a sus manos!
Elías pisoteó las flores con furia. Estoy resuelto á tomar la determinación. Otra vez la determinación, ¿Qué determinación sería aquella? pensaba Clara en el colmo de su confusión y de su miedo. Después, retirada á su cuarto, pensó en lo mismo, y decía para sí: "¿Querrá matarme?" Aquella noche no pudo dormir.
Yo amo en Vd., no ya sólo el alma, sino el cuerpo, y la sombra del cuerpo, y el reflejo del cuerpo en los espejos y en el agua, y el nombre, y el apellido, y la sangre, y todo aquello que le determina como tal D. Luis de Vargas; el metal de la voz, el gesto, el modo de andar y no sé qué más diga. Repito que es menester matarme. Máteme Vd. sin compasión.
Palabra del Dia
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