Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de julio de 2025
No veía más que la aparición del primer día y su puro y radiante perfil. Lejos de ser un místico, soy un descreído... Pues bien, amigo mío; por un momento, deploré no tener la sencillez y la fe de aquella niña para conocer la sagrada embriaguez cuyo reflejo veía en aquella frente pura.
En el fondo de su ser existía también, sin que él mismo se diera cuenta de ello, cierta repugnancia a la vida sociable y regalona de los canónigos. Gil era un místico. Había tenido la fortuna de tropezar, en el rector del seminario, con un hombre de una piedad exaltada, con un orador elocuente, apasionado, genial, un verdadero apóstol.
Unos y otros tenían un ideal místico, afirmándolo con violencias y matanzas, lo mismo que habían hecho todas las muchedumbres movidas por una certidumbre religiosa ó revolucionaria aceptada como única verdad... Pero el marino reconoció una profunda diferencia en las dos masas luchadoras del presente.
Fuí a mi pequeño anaquel, donde tengo mis libros preferidos. Tomé uno de Keble, el dulce místico y lírico inglés. Lo abrí por una página señalada con una cintita azul.
Ocurriole escribir a Fortunata, encargándole que no hiciera caso alguno de lo que le dijesen las monjas acerca de la vida espiritual, la gracia y el amor místico... Otro disparate. Por fin se fue calmando, y la razón se clareaba un poco tras aquellas nieblas. Las once serían ya, cuando desde su cuarto sintió un grande altercado entre doña Lupe y Papitos.
Los caballos piafaban impacientes, sacudiendo los penachos azules como si les corriese prisa llevar la desposada a los brazos del Esposo místico. Era una procesión regia. Y en verdad que María, por su gallarda presencia, mereciera ser reina.
Siempre le había fascinado aquel coro del convento de San Bernardo, donde la media luz que penetraba por las altas claraboyas dormía con místico sosiego sobre los sillones de roble. ¡Cuántas veces, viendo cruzar una figura blanca y silenciosa y sentarse allá en el fondo, se había estremecido! Era un temblor dulce, voluptuoso, que le hacía apetecer con ansia la entrada en aquel fantástico recinto.
La emoción con que un sacerdote místico abre el sagrario donde se guarda el Sacramento no es comparable al gozo inefable y al respeto con que D.ª Robustiana abría las puertas de aquellos grandes, vetustos armatostes de nogal, donde se guardaba la ropa blanca de la noble casa de Ramírez del Valle.
Pero á pesar de lo poco escrupulosos que eran, no podían llegar sino á unas cuantas varas de distancia de ella. Allí se detenían, merced á la especie de fuerza repulsiva de la repugnancia que les inspiraba el místico símbolo.
El poco caso que hace Dios de la plata se nota por la gente a quien se la concede respondo gravemente y un poquito amostazada; pero misia Melchora no comprende este concepto místico, escudo con que los pobres se defienden contra la vanidad de los ricos. Carece, igualmente, de apellido. No, misia Melchora, eso no; lleva uno muy bonito, muy sonoro, muy armonioso: Garaizábal.
Palabra del Dia
Otros Mirando