Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 17 de mayo de 2025


Es inútil: debo morir... Tengo derecho á que me fusilen... He causado muchos daños... Me horrorizo de misma al recordar todos los delitos consignados en la sentencia... ¡Y aún hay otros que ignoran!... La soledad me ha hecho conocerme tal como soy. ¡Qué vergüenza!... Debo irme: todo lo he perdido... ¿Qué me queda que hacer en el mundo?...

Luego añadió: Ahora vete con Dios y vuelve por aquí dentro de poco, a las diez y media, para que, en presencia de mi madre y de varios amigos, se celebren con don Paco mis esponsales. Volveré como deseas. Antes de irme te dejaré aquí, para rescate de mi pariente Antoñuelo, a quien tanto o más que tengo obligación de proteger, los ocho mil reales que hay que dar al tendero murciano.

Pero ¡ay! sus enemigos no cejarán por esto.... Baje la mano, gentleman; póngame en el suelo. Necesito irme.... Cuente con que pienso en usted á todas horas y me preocupo de su suerte. Gillespie dejó al profesor en la arena, para no prolongar más el tormento de su inquietud.

Mi desaliento aumentaba, mis ojos se circuían de ojeras, y concluí por pensar que no siéndome soportable la vida lejos del hombre que amaba, lo más sencillo era irme al otro mundo. Evidentemente, este proyecto era bastante doloroso, pero me aferré a él con entusiasmo; lo meditaba y lo acariciaba, con una alegría casi enfermiza.

El plan de Manos Duras le parecía excelente, pero no encontraba aceptable que se quedase en el país un día ó dos luego de dar el golpe. Era mejor emprender todos juntos é inmediatamente la retirada hacia la Cordillera. Déjeme, compadre; yo me entiendo contesto el gaucho . Necesito antes de irme cobrar algo que me han prometido. Tal vez sea esta misma noche, y mañana me junto con ustedes.

Vete, Sardiola dijo una débil voz desde el sofá; y Lucía abrió los ojos, y clavó su mirada en el camarero, con reconocimiento y autoridad. Pero señorita, eso de irme, y.... Vete, digo. Y Lucía se incorporó, tranquila en apariencia: Miranda oprimía en la diestra la faca.

Yo velaré aquí por los intereses de V. Y si peligran; si es menester apelar á medios violentos, cuente V. también conmigo... hasta para el rapto. Á poco me aventuro prometiéndoselo á V., porque doy por firme que no se dejará robar Clarita. ¿Y por qué, para qué he de irme á Sevilla? ¿Pues no se lo he dicho á V. ya? Porque aquí no hace V. sino perjudicarse, sin gusto y sin ventaja.

Era viernes, día de recibo en casa de Charito González, su amiga más adicta, quien le había escrito pidiéndole con el mayor ahínco que no faltara a la reunión. Mamá, dijo con brusquedad, yo quiero irme hoy. Ya te dije que no. "Ah, le gusta verme morir aquí de tristeza", pensó. "Ojalá nos ocurra una desgracia".

Pues os digo que no os entiendo. No es fácil, porque yo no me entiendo tampoco. Paréceme que habéis venido para algo. Indudablemente, señor, he venido para irme. Pero... ¿por qué habéis venido? Por venirme á cuento. ¿Pero qué cuento es el vuestro? Es, señor, un cuento de cuentos. Pues empezad. Ya he concluído. ¡Pero si no me habéis contado nada! Si vuestra majestad quiere contaré las palabras.

Perdone usted, caballero; yo pensaba... no quería irme sin saber... Gracias por tu cuidado. Pero tranquilízate: yo estoy aquí para asistirla. Puedes irte cuando quieras. ¡Adiós! ¡Hasta la vista! ¡Adiós! repitió el doctor lanzándole una mirada glacial. Después empujó la puerta, que volvió a cerrarse en seguida. Amaury quedó como clavado en el sitio en que estaba, inmóvil y como aturdido.

Palabra del Dia

tundas

Otros Mirando