Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !


Así permanecieron mucho tiempo: María Teresa, apoyada en el respaldo del banco, con una mano en el rostro y la otra perdida en el manguito; Fernando de pie, intentando infundirla valor con palabras incoherentes. Los dos temblaban de frío sin darse cuenta de ello, estremecidos por el viento glacial que hacía oscilar los focos de luz.

»...O lo ensucie el uso... ¡las cosas que dice uno de repente!... O lo roben los hombres... O... lo... ensucie... el... uso...» Buenos Aires inicia su despertar con roncos e incoherentes movimientos de dormido. Hacia el oriente la vaga y tenue coloración auroral frente a la que las sombras de la noche huyen como arreadas por las guías curvas de una amarillenta luna en su último menguante.

No pudo recoger más que retazos de conversación, que resultaban incoherentes. Se le rozan mucho los muslos. ¡Si vieras cómo va engordando! Ni con polvos de almidón ni con los de rosa se consigue suavizar la irritación de la piel decía la dama. Hablan de la niña pensó Fernanda. No la he visto nunca en el baño. ¡Cuánto daría por asistir a él un día! Es porque no quieres.

Su rostro y todo su cuerpo reflejaban agitación violentísima que se traducía en muecas y contorsiones y se exhalaba también en frases incoherentes pronunciadas en voz baja, que ni Carlota ni Mario llegaban a comprender. La causa de tal estado espasmódico no podía ser otra que la influencia magnética de la mirada del violinista pesando continuamente sobre su cogote.

La multitud que escuchaba experimentó dolorosa sacudida, se agitó tumultuosamente unos instantes, lanzó exclamaciones incoherentes contra los malditos animales, trató de imponerles silencio a gritos, y, por último, visto lo inútil de sus esfuerzos, se resignó a esperar que cesasen. Los ladridos, en efecto, se fueron extinguiendo paulatinamente, haciéndose cada vez más raros y lejanos.

La alondra cantó en aquel instante. Entonces, en Ramoncito, el dios se fué separando cada vez más del hombre. Ebrio de amor y felicidad también, cantó en el oído de la niña, con voz temblorosa, una porción de frases incoherentes, hijas de su locura divina. La niña cerró los ojos para escuchar mejor aquella música armoniosa....

Barinaga moría hablando, pero sin saber lo que decía; sus frases eran incoherentes; mezclaba su odio al Magistral con las quejas contra su hija. Unas veces se lamentaba como el rey Lear y otras blasfemaba como un carretero. Y diga usted, señor Foja, ¿hay arriba algún cura? Dicen que ha venido el mismo Magistral.... ¿El Magistral? ¡No faltaba más!

Si los niños la rodeaban, como acontecía á veces, Perla se volvía realmente terrible en su cólera infantil, cogiendo piedras para arrojarlas á aquellos, acompañando la acción con gritos y exclamaciones incoherentes y penetrantes que hacían temblar á su madre, porque se asemejaban á los acentos de una maldición que pronunciara una hechicera en algún idioma desconocido.

Si bien se observa, todas las creaciones de nuestra fantasia, hasta las mas incoherentes y monstruosas, se forman de un conjunto de imágenes de objetos que otras veces hemos visto; y que á la sazon reunimos del modo que place á nuestro capricho, ó nos sugiere nuestra cabeza enfermiza.

De estas incoherentes cavilaciones infiero yo que si nuestro triunfo se retardase demasiado, así en el mar del Sur como en el golfo de Méjico, culpa sería de nuestra falta de fe, que seguiría enajenándonos la protección del cielo: pero que si como es de esperar vencemos pronto, sin duda que al cielo, ó á la suerte para el que no crea en su influjo, deberemos el triunfo en primer lugar; pero también le deberemos al valor de nuestro ejército de mar y tierra y á la habilidad é inspiración de sus jefes.