Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 1 de junio de 2025


No parece próxima la concesión al solar rizalino de la independencia que ansía. Tanto peor para el idioma inglés. Porque el nacionalismo, henchido de brillantes poetas y prosistas, por dar en rostro al detentador, más ahincadamente empleará y propagará nuestro romance.

Después tomó una manta de viaje del ropero, se envolvió con ella, apagó la lámpara, hizo repetidas veces la señal de la cruz sobre la frente, sobre la boca y sobre el pecho, y se acostó en el suelo. El blanco lecho cubierto de seda y batista, tierno y perfumado y henchido de sensuales caricias, la estuvo reclamando en vano toda la noche.

Imposible mirar solamente á aquel hombre sin sentir el corazón henchido de rabia. Por eso los de Entralgo y Villoria se apartaban cuanto podían de los parajes en que el jefe poderoso de Lorío relampagueaba de orgullo y de jactancia. Jamás se le viera más alegre y fanfarrón que aquella tarde.

Martinán, henchido de orgullo y regodeándose anticipadamente con la derrota de aquellos bobalicones, iba á proseguir y cerrar su victorioso sorites, cuando de pronto se abre con estrépito la puerta que daba á la Bolera y aparece Bartolo, el hijo belicoso de la tía Jeroma, con el rostro espantosamente pálido, sin garrote en las manos y sin montera en la cabeza.

No te abandonaremos nunca manifestó el joven henchido de deseos de protección . ¿Sabes lo que te digo?... Para que lo sepas, chica, para que lo sepas, ten entendido que cuando yo me case... cuando yo me case, te llevaré conmigo para que seas la doncella de mi señora. Al soltar la carcajada se tendió Papitos para atrás con tanta fuerza, que el respaldo de la silla crujió como si se rompiera.

Los ojos miraban con una suavidad retraída, y la fisonomía rara vez se animaba sino con aquella ligera sonrisa de los labios delgados. Ese mismo gesto lo hacías siempre, cuando te interrogaban sobre tales asuntos, añadió Muñoz. Pero no tenía ahora curiosidad alguna de saber nada acerca de su amigo, sino simplemente un ansia de desahogar con él su corazón henchido por el sufrimiento.

Y ruborizándose aún más de lo que estaba añadió en voz baja dirigiéndose a Rodríguez: Cuando niño me ha dicho mi mamá que he padecido convulsiones. ¡Lo ven ustedes! exclamó Pareja en alta voz. Y henchido de entusiasmo dio una vuelta en redondo y su levita flotó como las alas de una mariposa. Sería acaso por la alferecía murmuró el recalcitrante Rodríguez.

De una ancha correa cruzada al hombro pendía henchido zurrón de los que por entonces usaban los viajeros; llevaba en la diestra un grueso bastón herrado y en la otra mano su gorra de paño pardo, que tenía cosida al frente una gran medalla con la imagen de Nuestra Señora de Rocamador. Veo que estás ya pronto á ponerte en camino, hijo querido.

El cielo enviaba una dulce sonrisa protectora a la tierra. La tierra contestaba con frescas carcajadas de júbilo. El alma de Andrés también reía. Quedó inmóvil un instante a la puerta del bendito doctor, deslumbrado, el corazón henchido de emociones, bebiendo y aspirando la luz que le inundaba, gozando como dicha infinita el vaivén y los rumores de la calle.

Acababa de hacerse cargo de que aquella mujer no podía ser suya; que en aquel corazón idolatrado, henchido de sentimientos misteriosos, quizá grandes y sublimes, pero incomprensibles para él, ocupaba lugar muy secundario. Una lágrima saltó a sus ojos y se deslizó temblorosa por sus mejillas.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando