Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 13 de junio de 2025


Oyó el cielo los fervorosos ruegos de su siervo, pues luego que fué el niño bautizado, quedó sano de su enfermedad. Lo mismo sucedió á una muchacha, ya casadera, á quien por estar toda helada y yerta, la lloraban sus parientes por muerta; mas luego que fué bautizada, por las grandes instancias con que lo había pedido, como si volviese de un profundo sueño, volvió en y á la vida.

Don Juan probó unos momentos semejantes, y luego, como si despertase de una pesadilla horrorosa, gritó con un acento imposible de hacer comprender: ¡Muerta! ¡muerta! ¡y muerta por ! Y seguidamente se arrojó sobre el cadáver y unió su boca á la boca helada de Dorotea.

Iba tan preocupado con el cuento que le repetía diariamente Lita de su hada madrina, pensando si se le habría realmente aparecido durante la noche, que no se fijaba donde ponía el pie... Al ir a meter la llave en la cerradura de la puerta, pisó una cosa blanda... se agachó a ver lo que era, y lanzó un berrido estridente... ¡Ahí estaba Lita, en su camisita de dormir, que mostraba horriblemente la miseria de su deformidad! ¡Ahí estaba Lita, yerta, blanca, verdosa, helada!

Aresti veía en la muchedumbre muchas caras que le recordaban la faz de San Ignacio. Aquellos rasgos duros, impasibles, de helada firmeza, que se consideraban como signos característicos de una personalidad famosa, resultaban comunes á toda una raza. El médico se fijaba igualmente en las mujeres de los balcones.

La vida del hombre está allí desde que apareció por primera vez en la tierra, peleando con el oso y el rengífero, para abrigarse de la helada terrible con la piel, acurrucado en su cueva. Así nacen los pueblos hoy mismo.

Mucho antes de llegar al paraje designado, vieron sus figuras negras resaltando sobre el blanco tapiz de la helada. Miguel, que hasta entonces había dado señales de hallarse inquieto y nervioso, quedó repentinamente en calma: desde entonces hasta el fin del lance manifestó una absoluta y extraña serenidad que dejó altamente complacidos a sus padrinos.

En un abrir y cerrar de ojos, por un movimiento de ascensión, saltando del fondo con un empuje del pie y un esfuerzo de los brazos, salimos á la superficie; pero, al menos yo, no ceso de agitarme como para librarme del escozor que el agua helada me produce: nado á la desesperada igual que si luchara contra una corriente amenazadora.

Ella recibió el golpe encogiéndose, retrocediendo, oscilando, dejándose caer en una silla, sin voz, sin pulso, sin alientos, sin lágrimas, meneando la cabeza y agitando los labios como una idiota, llevándose ambas manos al corazón, donde sentía algo que se le moría de pronto, cierta cosa helada y terrible como debe de ser la muerte...

Al verla salir, Julieta se desasió de los brazos amorosos, corriendo hacia ella para dar explicaciones. Ya ves.... Sólo viene por veinticuatro horas.... Imposible hoy.... Otro día. Es preciso atender á los vivos. Se vió la vieja en la soledad de la calle helada y negra.

Quevedo se volvió en un movimiento nervioso hacia la alcoba, entró en ella, se acercó al lecho, asió una helada mano del cadáver y se descubrió. Su ancha frente, nublada, sombría, transparentando un pensamiento desesperado, parecía absorber el amarillo reflejo de una lámpara que estaba encendida sobre una palometa de plata junto al lecho, delante de una virgen de los Dolores.

Palabra del Dia

irrascible

Otros Mirando