Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 29 de julio de 2025
Pero repito que la cara, la expresión, el mirar..., nada de esto ha cambiado. Cuando hablas pareces una mujer casada...; pero en silencio... pareces una niña, más cándida..., más inocente que tu hermanita, que también es muy mona. De todos modos... es singular..., sin antecedentes..., sin saber que yo estuviese en Madrid... No; eso no. Yo no gusto de jactarme de lo que no debo.
Y Catalina castañeteó los dedos, frunció sus negras cejas, y echó miradas de indignación alrededor del dormitorio, como buscando algún cobarde en sus antepasados de Corlear. Tú hablas así, porque te ha caído en gracia ese señor Príncipe dijo Carolina.
Tu cabeza está bañada por un vapor azul... Cuando la mueves parece que oscila la bóveda que nos cubre; cuando hablas, tu voz parece que sale de lo profundo del mar... ¡No cierres los ojos, por Dios, que me haces sufrir!... Se me figura que estás muerto y que me has dejado aquí sola. ¿No ves los míos qué abiertos están? Nunca tuve menos deseos de dormir que ahora.
Ahora reflexione el aficionado á relaciones de viajes, el caso que debe hacer de las detalladas noticias sobre un pais de muchos millares de leguas cuadradas descrito por un viajero que le ha observado de la susodicha manera. «El que lo ha visto de cerca lo dice, así será sin asomo de duda:» de esta suerte hablas, ó crédulo lector, pensando que en recoger aquellas noticias ha puesto tu guia gran trabajo y cuidado; pues yo te diré lo que podria muy bien haber sucedido, y otra vez no te dejarás engañar con tanta facilidad.
«¡Oh malicia, oh ingenio, hasta en los más humildes resplandeces!» pensó don Juan y añadió en voz alta: Hablas como un libro. En seguida escribió estas líneas: «Cristeta: Esto y resuelto a que nos veamos. Si no me contestas, si no accedes a ello, pasado mañana, sin falta, me presentaré en tu casa. Date por avisada. Perdóname; pero ni puedo ni quiero estar más tiempo sin hablarte. Tuyo, Juan.»
Y bueno, prosiguió ella con tono conmovido yo nunca he comprendido esa pasión suya por Adriana. Pero, Charito, ¡si ella es monísima! intervino Lucía. Tú no sabes lo que hablas. ¡No es una muchacha que merezca tanto! Aparte de su cara bonita todo en ella es coquetería y apariencia. Al contrario, Charito, Adriana es un encanto en todo sentido. ¡Ah!
Dímelo todo, todo, Juan. ¿Estaba hermosa? Dicen que lo es. ¿Ha crecido mucho? ¿La hubieras reconocido?... ¿Vendrá, Juan? Acaso ha estado ya aquí; quizá... Se había puesto de pie, excitada, trémula y miraba hacia la puerta de entrada. Acaso esté aquí ahora. ¿Por qué no hablas, Juan? ¡Por Dios! Explícate.
Todavía, escudado por su humildad, trató don Paco de ocultar que estaba ya satisfecho, que había depuesto su enojo y que sus recelos se habían disipado. Con menos seriedad, sonriendo y entre veras y burlas, dijo; Me fío de ti; conozco que hablas con el corazón. No, no piensas en engañarme; pero, sin duda, tú misma te engañas.
14 Ahora bien, Job no dirigió a mí sus palabras, ni yo le responderé con vuestras razones. 15 Se espantaron, no respondieron más; se les fueron las hablas. 16 Y yo esperé, porque no hablaban, antes pararon, y no respondieron más. 17 Por eso yo también responderé mi parte, también yo declararé mi opinión. 18 Porque lleno estoy de palabras, y el espíritu de mi corazón me constriñe.
26 Levantad en alto vuestros ojos y mirad quién creó estas cosas: él saca por cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará por la multitud de sus fuerzas, y por la fortaleza de su fuerza. 27 ¿Por qué dices, [oh] Jacob, y hablas [tú], Israel: Mi camino está escondido del SE
Palabra del Dia
Otros Mirando