Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 10 de julio de 2025


Aquí está para servirla dijo una mujer escuálida, saliendo por estrecha puertecilla, bien disimulada entre los estantes llenos de botellas y garrafas que había detrás del mostrador. Como grieta que da paso al escondrijo de una anguila, así era la puerta, y la mujer el ejemplar más flaco, desmedrado y escurridizo que pudiera encontrarse en la fauna a que tales hembras pertenecen.

Parecíale que la muda barraca se burlaba da él; y abandonando su escondrijo, se arrojó contra la puerta, golpeándola á culatazos. Las maderas se estremecieron con este martilleo loco. Quería saciar su rabia en la vivienda, ya que no podía hacer añicos al dueño, y tan pronto aporreaba la puerta como daba de culatazos á las paredes, arrancando enormes yesones.

El esposo oculto se detiene un momento para averiguar la culpabilidad ó la inocencia de su esposa; convencido, al fin, de la última, sale de su escondrijo y mata al indigno enemigo de su honra.

Subió a los desvanes, pasó por el sitio a que él y los de su pandilla nombraban chupatorium por ser el escondrijo donde fumaban, y al fin se encontró solo. Los rugidos de la plebe sonaban lejos abajo. Rodriguín, al sentirse en salvo, perdió súbitamente las milagrosas fuerzas que le habían hecho volar, y cayó sin sentido.

Luz tenía diez y ocho años cuando su madre se decidió a sacarla para siempre de su escondrijo. A ésta le remordía algo la conciencia, por parecerle demasiado larga la prisión; a la prisionera le daba lo mismo irse que quedarse, si es que no prefería aquella vida de invernadero en que se había desarrollado, a las intemperies de un mundo que desconocía.

Y ahora me vuelvo a mi escondrijo, hasta que pueda salir de él vestida de persona mayor... ¡Ah!... se me olvidaba añadió después de haber retirado un poco la carita del ventanillo : he visto en el armario unas flores iguales a las que llevaba en el pecho esta mañana, si no son las mismas... Lo son, respondió Leto hecho una grana, como si le hubieran achacado el robo de un panecillo.

«Es muy particular gruñía la viuda, registrando el baúl, después del reconocimiento minucioso que en la cómoda hizo . ¡Y no se comprende que siendo él tan rico y ella una pobre...!». El baúl, que sólo contenía ropas viejas, no dio tampoco nada de . «Pues tiene que haber algo... rezongó la señora , tiene que haber algo. En alguna parte está el escondrijo. Dinero hay, o no hay dinero en el mundo».

Las madres jóvenes se arrellanaban en sus asientos y abrían el ángulo de las abultadas piernas, como para ofrecer mayor espacio al guerrero escondrijo. Unas a otras se miraban las mujeres con belicosa resolución. «¡Que viniesen aquellas malas almas!... Se dejarían hacer pedazos antes que moverse de su sitioFebrer vio brillar algo en un camino que conducía a la iglesia.

Buscaba calma y olvido en aquel refugio, y el espíritu de rebelión le había seguido hasta su escondrijo. Recordaba sus propósitos del primer día, cuando se vio solo en el silencioso claustro. Quería ser una piedra más de la catedral, no reflexionar, no sentir, pasar el resto de su existencia agarrado a aquella ruina, con la vida embrionaria del musgo de los contrafuertes.

tendrás en tu casa algún escondrijo... ¡Los sótanos! exclamó doña Ana. Pues á los sótanos; agarra pronto, si no quieres perderte... concluyamos por el momento, que yo volveré. Esperad... esperad... voy á abrir las puertas dijo con angustia doña Ana para que nada nos entretenga y salió y volvió poco después. Entonces la ramera y el bufón asieron del bandido, y le llevaron.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando