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Actualizado: 21 de mayo de 2025


Quise mostrar mis conocimientos en materia de tañedores de guitarra, y le dije que había oído hablar con gran elogio de uno llamado el Niño de Lucena. Bien está. Paco de Lusena conosía er instrumento como denguno; pero tocaba solo palante, ¿sabuté?

Sea que opinasen que la buena crianza exige no consumir toda la ración del plato, o que el dueño de la casa dijera, agradeciendo el elogio que hicieran de las oleosas: aceituna, oro es una, dos son plata y la tercera mata, ello es que la conclusión de la coplilla daba en qué cavilar a muchos cristianos que, después de masticar la primera y segunda aceituna, no se atrevían con la última, que eso habría equivalido a suicidarse a sabiendas.

Pasando por el paseo de los Ingleses, don Diego había hecho el elogio de una linda villa pintada de color de rosa y rodeada de un jardín de naranjos. Pero Germana se aburría de ver desfilar todo el día una interminable procesión de tísicos. Los condenados que se destierran a Niza tienen miedo los unos de los otros y cada uno de ellos lee su destino en la palidez del vecino.

Pues bien, señorita, acentuó Mauricio, usted ha sido tan buena, para .... Y no lo siento, dijo Clementina, admitiendo el elogio, aunque usted sea singularmente emprendedor y merezca severas reprensiones ... ¿Es el señor Roussel quien le ha enseñado á hablar con las jóvenes sin el consentimiento de sus padres?...

Nunca Liette, bastante discreta, es cierto, ni su madre, bastante prolija sin embargo, le habían hablado de un pariente de ese nombre; creía su familia extinguida. Guardando para él sus reflexiones, el conde escuchaba con creciente irritación aquel molesto elogio del que la joven miss no le dispensaba.

El vizconde se marcha seguido del señor Sharp; diez minutos después de esta visita, el maestro recibe otra: el comandante Prune le trae a un caballero moreno, de tez olivácea, que tampoco parece muy tranquilo. Le traigo a mi amigo el señor Gómez Ocervo, que tiene mañana una cuestión de honor. Gómez: el señor maestro Bouteloup, cuyo elogio le he hecho! GÓMEZ. ¡Celebro mucho conocerle, maestro!

El nuevo académico, concretándose a nuestra patria, ha hablado con elogio merecido y ha hecho el recuento de las mejores escritoras que enriquecen el idioma castellano con sus producciones. Es evidente que, en un discurso que por fuerza no ha de extenderse demasiado, no puede esto hacerse por completo.

Para disipar desde luego esta sospecha, produjo el calumniado el irrecusable testimonio de once de sus compañeros de cárcel, todos de las familias más nobles de España, que hicieron su más cumplido elogio.

Sevillanas son repuso el Conde . No me cabe la menor duda. Entonces hizo un pomposo elogio de las sevillanas en general con claras alusiones a las dos que iban delante y que por tales tenía, y habló en voz mucho más alta que la que había empleado en la diatriba, a fin de que le oyesen ellas y sirviese su discurso como función de desagravios.

Además, y esto es lo peor, ve cómo los demás que fueron prudentes siguen su vida dulce á la sombra del Casino, y el tiene que buscar una nueva profesión, un trabajo mas duro... Tan intolerable resulta este martirio, que acaba por huir á una ciudad lejana, para que transcurran unos cuantos años y le perdonen. Don Marcos volvió á hacer el elogio de Monte-Carlo.

Palabra del Dia

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