Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 21 de junio de 2025
Esto le animó para escribir otras tres al año siguiente, dando cuenta al público del número asombroso de cohetes que se dispararon en Sarrió los días 13, 14 y 15, la lindísima iluminación del 16, y el suntuoso baile celebrado en el Liceo la noche del 17. Después de haber gustado las dulzuras de la publicidad, don Rosendo no podía menos de paladearlas de vez en cuando.
Dejose friccionar por el esclavo y extender sobre sus miembros las esferitas de perfume; dejose, por gracia, obscurecer los párpados con el kohl; y su horror fanático hacia los baños se fue desvaneciendo cuando su amada le inició en las dulzuras del amor bajo aquella agua saturada de nardos, sobre la cual ella hacía deshojar puñados de rosas, unas muy pálidas y otras como sangrientas, para simbolizar las dobles delicias de su cuerpo.
Caminaba en perpetuo éxtasis, dejando escapar exclamaciones de asombro, hablando de las dulzuras de la muerte, del mundo invisible y de las regiones donde el amor es perdurable: nunca se creyó tan superior, tan por encima del nivel común de la humanidad como entonces: compadecía sinceramente a los seres vulgares que en aquellas horas estaban tranquilamente durmiendo y no gozaban como ellos del mágico efecto de la luna sobre la nieve.
Finalmente: varias veces, al hundir sus dedos en los desordenados rizos de Carola, había sorprendido mechones de canas ocultas en lo más recóndito del moño. ¡Terrible descubrimiento! En un principio Carola le pareció apropiada a su edad y estado de conservación; pero luego se le antojó algo entrada en años. ¡Cuánto más intensas hubieran sido aquellas dulzuras compartidas con una querida joven!
Las religiones fueron para él invenciones humanas, sometidas a las condiciones de existencia de todo organismo, con su infancia generosa, capaz de ciegos sacrificios, su virilidad absorbente y dominadora, en la que las antiguas dulzuras se convierten en imposiciones autoritarias del poder, y su vejez irremediable, con una lenta agonía que hace que el enfermo, adivinando su próximo fin, se agarre a la vida con el ansia de la desesperación.
Exaltado por el furor de los elementos, por el estampido del trueno, por el correr de las aguas, por el mugir de los árboles sacudidos, corría con alegría frenética. Cuando recobré la calma y encontré lumbre, pan, vestido seco, todas las dulzuras de la buena hospitalidad montañesa, casi echaba de menos la poderosa voluptuosidad que acababa de disfrutar allá fuera.
Ella comprendía ahora toda la grandeza de aquella Religión dulce y poética que comenzaba en una cuna y acababa en una cruz. ¡Bendito Dios! ¡las dulzuras que le pasaban por el alma, las mieles que gustaba su corazón, o algo que tenía un poco más abajo, más hacia el medio de su cuerpo!... ¡Y aquel Ripamilán allá arriba, aquel viejecillo que contaba lo del parto como si acabara de asistir a él!
La hembra caprichosa de las noches venecianas, la infiel compañera de Musset, era la misma enfermera que guisaba la cena y preparaba las tisanas al moribundo Chopin en la soledad de Valldemosa... ¡Si él hubiese conocido una mujer así, una mujer que llevase dentro mil mujeres, toda la infinita variedad femenil de dulzuras y crueldades!... ¡Ser amado por una hembra superior, a la que pudiera imponer el ascendiente varonil y que al mismo tiempo le inspirase respeto por su grandeza intelectual!...
Todas las dulzuras que usted la dedicaba me recordaban los artificios en que yo misma me dejé coger!... Si usted ama á Herminia, pierde el cariño de su tutor ... Vea, pues, si no es mejor que no vuelva usted jamás.... Déjeme usted al menos hablarle ... explicarle.... dijo Mauricio con calor, sin observar que, muy diestramente, le acababan de entregar Herminia. ¡No, nada, no vuelva usted!
Las personas muy rutinarias y ordenadas que se acostumbran a las dulzuras tranquilas del método en la vida, concluyen, abusando en cierto modo de la regularidad, por someter al casillero del tiempo, no sólo las ocupaciones, sino los actos y funciones del espíritu y aun del cuerpo que parecen más rebeldes al régimen de las horas.
Palabra del Dia
Otros Mirando