Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 3 de junio de 2025
Dejadme esta noche solo retroceder a mi cuna, ver que la besa y la envuelve un suave rayo de luna; no me arranquéis de los ojos una lágrima importuna... ¡Dejadme solo esta noche, que la noche está de luna! Alcé mi frente. La vida no me daba su respuesta.
Vos me fortificáis y me consoláis... y yo me convierto en niño para vos; pero dejadme que sea por algún tiempo hombre y cumpla con mi obligación; que escribir tengo al duque... y largo... y de tal modo que le digo que me espere. ¡Cómo! ¿os vais, don Francisco? Y me alegro. No digáis eso, porque creeré... Debéis creer que os amo mucho. Tenéisme vuestra....
Mira, Susana, tú que haces tan bien el guiso de pollo, ¿quieres enseñarme a hacerlo? Eso no os incumbe, señorita; quedaos en vuestros departamentos y dejadme tranquila en mi cocina. No surtiendo ningún efecto mis medios de corrupción, enderecé el fuego hacia otro punto. ¿Sabes una cosa, Susana? ¿Sabes que debes haber sido muy linda en tu juventud?
Líbreme Dios de meterme en embrollos y en obscuridades; que no soy yo cortesano de los que hoy se usan, ni mis consejos serían para seguidos; y pues mejor es no aconsejar que aconsejar al aire, dejadme ir á donde mis consejos se oyen y aprovechan, y no me queráis aquí; que en cuatro días que hace que en esta última vez en la corte ando, han sucedido cuatro mil desgracias.
Ansí será, e la peña de Francia no me desampare en este oficio de atalaya de amores... Y fuese el escucha y prosiguió don Egas: ¡Oh, doña Aldonza!, círculo de mis ruedas, blanco de mi cuidado, e cuento de mis vueltas e revueltas, dejadme, amparadme de vuestra diestra.
Esa turbación... AZUCENA. Dejadme... permitidme que me vaya... JIMENO. ¿Irte?... Don Nuño, prendedla. AZUCENA. Por piedad, no... ¡Qué! ¿No bastan los golpes de esos impíos, que de dolor me traspasan? NU
Vamos, querida Marta, tranquilizadme; decidme que también soportaréis con valor esta última prueba. ¿Cómo no me respondéis? ¡Oh, dejadme llorar! dijo Marta sollozando ; las lágrimas calmarán un poco mi angustia y disiparán el aturdimiento de la cabeza. Por amor de Dios, Marta, no perdamos tiempo. Pueden sorprendernos a cada instante e interrumpirnos en nuestra conversación.
Debo orar junto á esta desgraciada, y tanto más, cuanto que es hija de otra infeliz, á quien he amado mucho, antes de dejar el mundo. Y yo necesito apartar de aquí á don Juan. Sí, sí; lleváoslo. Esperad, esperad dijo don Juan levantándose y dando algunos pasos hacia Dorotea. ¡Que hacéis! dijo dulcemente el padre Aliaga. ¡Dejadme, por Dios, que la vea la última vez!
Pero cuando estamos solos... ¡oh! dejadme que sea á vuestros ojos una mujer digna y pura... dejadme que yo, mujer perdida, realice para vos ese hermoso sueño de la mujer virgen y honrada... dejadme soñar, ya que soy tan infeliz que la realidad me mata... dejadme buscar un cielo aunque sea fingido.
Enalbardado, pues, el rucio, con gran pena y pesar subió sobre él, y, encaminando sus palabras y razones al mayordomo, al secretario, al maestresala y a Pedro Recio el doctor, y a otros muchos que allí presentes estaban, dijo: -Abrid camino, señores míos, y dejadme volver a mi antigua libertad; dejadme que vaya a buscar la vida pasada, para que me resucite de esta muerte presente.
Palabra del Dia
Otros Mirando