Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 19 de julio de 2025
De lo contrario, nadie entenderá por qué mi nariz y mi cabello tienen el don de irritar a mi cuñada y por qué digo de mí que soy un Elsberg.
Después de abrazarse tiernamente, varias veces, Richard, dirigiéndose a su cuñada, pregunta riendo: ¡Y bien! ¿cuándo es el casamiento? ¿Qué casamiento? Con M. Juan Reynaud. ¡Ah, mi hermana os ha escrito! ¿Zuzie? No. Zuzie no me ha dicho ni una palabra. Vos, Bettina, me habéis escrito. Desde hace un mes, en todas vuestras cartas, sólo se trata de este joven oficial. ¿En todas mis cartas?
Y la sortija pasaba entre las manos de las mujeres, admirándola éstas con exclamaciones de entusiasmo. Sólo Carmen hizo una mueca al verla. «Sí; muy bonita.» Y la pasó a su cuñada con presteza, como si le quemase las manos. Después de esta corrida empezó para Gallardo la temporada de los viajes. Tenía más ajustes que en ninguno de los años anteriores.
El enfermo aceptó, pero agregó: Hay una dificultad. ¡El dinero de mi cuñada quiero que lo lleve mi amigo que me ha ayudado tanto! Deseo darle algo a él, pero quisiera que no supiese que dejo para misas... así, si usted pudiera cambiarme por papeles, yo haría el reparto mañana... ¡No he de morir todavía!
Si hace la mar de tiempo que tronaron. A poco de las trapisondas de marras... Desde entonces su cuñada de usted ha vivido apartada del bullicio, llorando sus faltas y comiéndose los ahorros que tenía, hasta que han venido los apuros. Ha sido una casualidad que yo me enterara. Verá usted... me la encontré hace días... contome sus cuitas... Me dio mucha pena.
¡No necesito más! ¡La Trini! exclamó Tristán riendo también; luego añadió bajando la voz : Efectivamente... rubia con ojos negros... no es extraña la equivocación. ¡No digas sandeces, Tristán! Si tu cuñada te oyese te arrancaría los ojos. ¡Confundir una madonna de Rafael, una estatua de Praxíteles con esa moza de cántaro! Y a propósito, ¿te pega mucho Clara? ¡Todavía no! exclamó el poeta riendo.
Contra este capricho protestaba a menudo Gonzalo; todos los días hablaba de quitárselo; pero su cuñada no hacía caso; ella misma se inclinaba sobre la almohada para que la niña lo satisficiese. Gonzalo se quedaba algunas veces dormido sobre la de Paulina, sobre todo cuando había ido de caza.
Las relaciones que mi amigo Llot sostenía con su señora cuñada han terminado no porque mediase agravio alguno, sino por un deber de conciencia. ¡Ah, no sabía que Godofredo tuviese un compromiso de honor! De todos modos, debiera declararlo antes del paso que ha dado, o usted en su nombre.
Ya el día que llegué de la estancia, me preguntó mi cuñada si sabía jugar al bridge... Como yo le dijera que no, me dio un consejo: Debes aprenderlo cuanto antes... Ahora todo el mundo lo juega... No te lo enseño yo porque es demasiado difícil y soy todavía bastante «chambona». Pero como se juega en todas las casas de nuestros parientes, no te faltarán oportunidades de aprenderlo.
Después de pasar por delante de los hornos, cuyo calor obligole a apretar el paso, el doctor vio un edificio tan negro y ahumado como todos los demás. Verlo y sentir los gratos sonidos de un piano teclado con verdadero frenesí musical, fue todo uno. Música tenemos. Conozco las manos de mi cuñada. Es la señorita Sofía, que toca afirmó María.
Palabra del Dia
Otros Mirando