Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 20 de junio de 2025


Te lo juro; créeme; te lo juro por la salvación de mi alma; no le rechacé porque entraste, y más duramente lo hubiera rechazado yo si no entras. Vengo a decírtelo para que me perdones, porque te amo. Quiero que lo sepas: estoy arrepentida de haberte despedido y me muero por ti y no puedo vivir sin ti.

Al menos dijo , toma este talismán; póntelo y protegerá tu vida durante el combate; su efecto es cierto; fue mi abuela quien me lo dio. Ese mágico talismán es más fuerte que el destino... Créeme, póntelo. Y ella tendía a Kernok un saquito suspendido de un cordón negro. ¡Atrás esa loca! dijo Kernok encogiéndose de hombros ; ¿me has oído, Zeli? ¡a la cala!

Y yo mucho mejor sin ella, Manolo: créeme. Pues me cogió la gorda, la de Septiembre, en Londres. Vino el Gobierno provisional, y conseguí, es decir, me consiguieron aquí que se me revalidara la credencial de agregado, trasladándome a París..., ¡miel sobre hojuelas!, y allí serví al nuevo orden de cosas con la misma lealtad y el propio celo con que había servido al anterior.

Hablé por tanto rato, que el cura quedó como aturdido. Pasamos la tarde en charlar y disputar. El cura desplegó todo su talento oratorio, para probarme que la resignación es una virtud llena de sabiduría y fácil de alcanzar. ¡Ah, mi cura le respondía con toda seriedad, no sabéis lo que es el amor! Créeme, Reina, con un poco de buena voluntad olvidarás y te sobrepondrás fácilmente a esta prueba.

Créeme: a toda costa es preciso que te marches. » Pero Magdalena se figura que aún tardaré en partir... ¿Cómo vamos a decirle?... » No pases pena; ella misma te pedirá que te vayas. »Y después que hubo pronunciado estas palabras, el señor de Avrigny entró en el cuarto de su hija.

Esto es muy doloroso, hasta para soñado en pesadilla... ¿Qué no será, hijo mío, visto y palpado en la misma realidad? Créeme, Marcelo: importa mucho más que la vida de tu tío, lo que ha de irse con ella al otro mundo, si Dios no lo remedia... ¿No te parece a ti que pudiera ser ésta la «consistidura» de las cosas raras que me quitan el sueño y tanto me acobardan últimamente?

Vacilaba como si tuviese miedo á parecer importuno, pero añadió: Te aconsejo que no intentes ese viaje. cómo piensan nuestros hombres: no cuentes con ellos. Hasta el tío Caragòl, que sólo se ocupa de su cocina, te criticará... Tal vez te obedezcan porque eres el capitán, pero cuando bajen á tierra no serás dueño de su silencio... Créeme: no lo intentes.

Siempre lo arrojan á la basura... Créeme, hijo mío: no imites en eso á tu padre. El viejo había dicho demasiado para retroceder, y tuvo que ir soltando á fragmentos todo lo restante. Así se enteró Esteban de que el capitán andaba en amoríos con una señora de Nápoles, y se había quedado allá fingiendo negocios, pero en realidad dominado por la influencia de esta mujer.

No te haga guardar silencio una mal entendida piedad y compasión hacia él; porque, créeme, Ester, aunque tuviera que descender de un alto puesto, y colocarse á tu lado, en ese mismo pedestal de vergüenza, sería sin embargo mucho mejor para él que así sucediera, que no ocultar durante toda su vida un corazón culpable. ¿Qué puede hacer tu silencio en pró de ese hombre sino tentarlo, , compelerlo á agregar la hipocresía al pecado?

Con papá hace casi lo mismo: a mamá y a Leo es a quienes él quiere ser simpático. Lo de siempre: apoderarse de las mujeres para hacer guerra a los hombres. Temo que no te falte razón. Pues chico, mucho ánimo, y a evitar lo que pueda sobrevenir. Estás expuesto a que se convierta la casa en un reñidero de gallos. ¡Primero le tiro por la ventana! Créeme; nada de violencia.

Palabra del Dia

cabalgaría

Otros Mirando